Otra noche sin dormir

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

No me muerde la conciencia
porque yo he nacido así.
Bebo, fumo y desafino,
son maneras de vivir.

¿Cómo es el niño que llevas dentro? Esa pregunta la estampaba Pedro Ruiz a sus invitados en un programa de entrevistas. Delante de cien personas. Más o menos. ¡Qué profundo! A mí no me invitó a su programa. Pero hoy te quiero contestar, Pedro, porque tengo una respuesta para ti. Del niño no me acuerdo, quizá más adelante, pero del adolescente, sí. El adolescente que hay en mí tiene quince años, gafas, granos, aparato en los dientes, pelo largo, en fin, qué os voy a contar. Pero, sobre todo, el adolescente que hay en mí tiene… ¡una entrada para ver a Barricada y a Rosendo!
Porque, amigos, el concierto de hoy me ha regresado. Y he vuelto a ser remero de la Plaza España y a ser el novio de una modistilla y a la Giralda, que sigue estando en pie.
Bueno, eso es lo que le pasaba al Perales. A mí se me ha llenado el armario de camisetas enormes con manchas de lejía; el estómago, de los litros que nos bebíamos en el ‘Cuadrado’; la cabeza, de la música que oía en casa de Sergio y bla, bla, bla.
Así que esta noche, a partir de las 20.30 horas, en la plaza de toros de Las Ventas, me voy a quitar 17 años de encima, y no me los voy a poner otra vez hasta que pase un buen rato. ¿Crees que me sentarán bien?
¡Arriba esos puños, tigres!







Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: La María, que es un sol, se ofreció a acompañarme desde el primer momento. Ella, que es indie, entre otras muchas cosas. Le tendré que dejar una camiseta de Los Suaves o algo. Mil gracias.
P.P.P.D.: La Pili dijo que se apuntaba. ¿Vienes?
P.P.P.P.D.: Si hay alguien más que se apunte, aquí estamos. No tenéis más que decirlo.
P.P.P.P.P.D.: A La Dirección ya se lo contaré, que sé que estará con los dientes largos.
P.P.P.P.P.P.D.: El Andrés y La Endur están mañana de mudanza. Se admiten manos, creo. Un besote otra vez para vosotros, que se nos vais.
P.P.P.P.P.P.P.D.: El martes le puse falta a algunos de mis queridos compis antropófagos. Estaban la Eva y la cholita, como siempre. Y la Cristina, también. Paco, Sonia, Bibi: para la próxima queremos veros. Que conste.
P.P.P.P.P.P.P.P.D.: ¡Más besos leñe!

Con el pañuelo en el andén

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Allá va la despedida,
la que echó el gato a la gata,
que al bajar las escaleras
le metió la quinta pata

El Andrés y la Endur se nos van. Quizá los recordaréis por sus sucesivas apariciones en este blog. La Endur es la que se quejaba de que siempre nombraba a la María (a la que aprovecho para besar, que me estará leyendo) y poco a ella. Pues cómo habrá sido la cosa que, para ser la prota, ha decidido mudarse a Londres. Con Andrés, claro. Éste ha pensado que para hundir una web española mejor una inglesa, que aún le escuece lo de Nelson. Es más mayor de lo que parece, sí.
Con estos dos por medio, el desenlace está claro. Van a hacer una fiesta. Mañana. En Madrid. ¿Dónde voy a estar yo? Currando. En Alemania. Y todavía no me han traído los superpoderes que compré en ebay. Así que no puedo ir. Pero tengo este blog. Para decirles que les voy a echar de menos. (lagrimit.). Ya lo he dicho.
Y no sólo eso. Les voy a dedicar la que, posiblemente, sea la mejor sesión de ¡¡¡la canción del viernes!!! de todos los tiempos. Ahí van las dos seguidas. No digo más:





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: Más besos, leñe.

Alto standing

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Ole, ole, morenita
Ole, ole, resalada
Que tienes la sal del mundo
Y no te meneas nada

Lali y Mavi están en la ciudad. La ciudad es Madrid. Lali y Mavi son dos amigas. Por separado son graciosas. Juntas son un peligro. Ayer aterrizaron por aquí. Para un simposium (ellas lo dicen así, en latín, que es la lengua que hablan en la intimidad). De diseño gráfico. Empezaba hoy a las nueve de la mañana. A las tres de la madrugada, cuando nos despedimos de ellas, Lali andaba despertando vecinos. Estaba feliz. Quería que supieran que se iba tomar la última. Antes ya había confraternizado con un par de camareros que le miraron con cara de “sí, bonita, ahora mismo voy, cuando termine de lavar el jabalí que tengo en el fregadero”. La mejor cara, sin duda, la de Santos, del Palentino.
¿Quién es Santos y qué es el Palentino? Santos es el camarero del Palentino… Ésa es la explicación corta. Ahora, la larga: Santos es una mezcla afortunada entre la belleza del Fari y la cortesía de Charles Manson. El Palentino es un bar al que a vuestro abuelo, el borracho, le hubiera dado vergüenza llevaros a hacer pis cuando teníais dos años.
Pues bien, allí fuimos. Para unas cañas cualquier sitio sirve. Y os aseguro que no es Cualquier Sitio. Ahí nos tenéis a la Mavi, la Lali, el Andrés, la Endur, la María y a mí. Confiados y seguros. ¡Qué bien se está cuando se está bien!, que decía Paco Rabal en “Pajarico”. Y, de pronto, palabrita del niño Jesús, oigo esto: “Aforo completo”.
Los extremos se tocan. Si voy al Ministry of Sound y me dicen en la puerta: “¡Hombre, majete, tú por aquí! Pasa, pasa, que ya teníamos ganas de que vinieras para descorchar una botellita de Dom Perignon, que esto sin ti no es lo mismo” se me queda la misma cara.
No todo está perdido. Hay una ventana a la calle justo detrás de la barra. Es el momento. Ahí va Lali. Quiere un sándwich completo. “¡Santos!, ¡Santos!, ¡Santos!”. Hasta que Santos mira. Y pone dos cajas de cerveza vacías tapando el hueco por el que hablaba Lali. No es suficiente: “No me llamo Santos”. Y se rasca la barba con una cerilla y prende un trujas.
Y ya está bien de chascarrillos, que aquí se viene a bailar. Vamonoooooooooooooos:



Bien, a estas alturas, creo que estáis preparados para esto. El principio no está mal, pero el final… ¡Qué final! Con todos ustedes:



Hay que arriesgarse a perder visitas, ¿no?

Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: Hoy es el cumple de la Pili. ¡Muchas felicidades, guapetona!
P.P.P.D.: El Villas ha mandao una canción de reggaeton (o reguetón). Lo que hay que ver. Y oir. ¿La pongo?
P.P.P.P.D.: Más besos, leñe.

Viernes de corral

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es bailar,
bailar haciendo corrillos,
corrillos sin descansar.

Los viernes vuelven a ser viernes. Nada de esos días iguales unos a otros, de playa y asueto, de cervecitas y sexo. Nada, nada. ¡Habráse visto semejante rutina! A partir de ahora, el fin de semana recupera todo su savoir faire. Así que a darlo todo, criaturitas, que hoy venimos cargaditos de juguetes: ¡vuelven los viernes de corral!
Para ir abriendo boca, ahí va esto:



Y veremos si soy capaz de mantener el listón alto. Ésta es difícil de bailar, pero podéis fijaros en los chicos del vídeo, que seguro que os estarán escuchando. Premio especial para quien siga el ritmo como el de la derecha. Ah, y va con dedicatoria, que no lo hago nunca. Pa’ ti, Mavi:



Aún hay más, que estoy 'sobrao': al abrir el correo, me he encontrado un mail del Sergio diciendo que le tengo que dedicar una canción. Una en concreto que me manda. Y cómo le voy a decir que no al mozo, aunque me dé cita para verlo a final de mes. Por derecho propio, entra por la puerta grande de los bonus track…



Insuperable, sí, pero me queda una duda: ¿de qué irá la última copla que aparece en la portada? Si alguien lo sabe, que me lo cuente.

Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: Ahora que la Endur y el Andrés se van a Londres a vivir, se dejan a unos cuantos amiguitos sueltos. He decidido organizar un equipo de rescate mutuo. Luis, Marta, Maca, Rita, Alex, Mónica, Miguel, Pedro y los que sean: ¿montamos una pandi?
P.P.P.D.: Pili, querida, después de más de un mes de intentarlo, qué bien que habláramos ayer. Paradoja de las telecomunicaciones, que nos incomunican. Un beso bien fuerte.
P.P.P.P.D.: María, ¡qué guapa estabas esta mañana!
P.P.P.P.P.D.: María Longuis, no sé si te has ido ya, pero ahí va otro beso para la nicaragüense.
P.P.P.P.P.P.D.: Querid@s compis antropófag@s: ¿Y la próxima sesión de cañitas, cañitas?
P.P.P.P.P.P.P.D.: ¡Más besos, leñe!