Queridas queridísimas y queridos queridísimos,
Y a la jota, jota,
que bailan los perros,
levantan la pata
y enseñan los piripiripi (*)
Una ardilla borracha podría recorrer Madrid de punta a punta dando tumbos entre pizzerías 24 horas. A ti, así por lo general, cuando vuelves a casa a las tantas de la mañana lo que te apetece es meterte en la cama o que te den un buen repasito, así que sueles dormir bastante. En la capital, nanay. Aquí, el planazo es llevarte a tu ligue a comer una cuatro quesos. He visto besos en la puerta de esos locales que harían palidecer a los guionistas de un culebrón venezolano.
El caso es que hace cinco años (vamos a por ellos, abuelete) no había ni uno. Tampoco había cubos de botellines a tres euros ni zagalas modernas vistiendo como María Moliner cuando buscaba trabajo en un colegio de monjas, así que tampoco vamos a quejarnos. ¡Ay truhán, lo que te gusta a ti un tobillico mientras te atizas un quinto!
Algo debimos sospechar, de todas maneras, cuando en el bar Sánchez empezaron a llamarle combinado al Larios Cola y te lo sirvió un señor con bigote que no era guardia civil. Se empieza barriendo el suelo y se acaba así.
Por cierto, un aviso a todas las madres de los dueños de las tascas del centro: mientras tú te crees que tu niño está sirviendo lingotazos y limpiándose los mocos en el trapo de secar los vasos, lo mismo él está cogiendo una escoba y probándose una camisa de cuadros chiquiticos. Haz lo que quieras pero eso es catarlo y ¡hala!, modernicto pa to la vida.
Después de este rodeo, te voy a hacer una confesión. A mí, a partir de cierto número de cañas y de vuelta a casa, lo que más me apetece es un donut o una napolitana de chocolate. Es una costumbre que viene de cuando La Dirección y un servidor nos tajábamos semanalmente a base de pisco sour en un bar grimoso de Sevilla y luego necesitábamos azúcar para poder dar un par de pasos con algo de coherencia. Un día te tengo que contar alguna de esas historias.
Pues bien, este post está escrito desde la indignación de no poder comprar ayer un donut de chocolate en un trayecto de media hora andando en el que conté nueve pizzerías abiertas. Nueve. Leñe, que no digo que no haya, pero en algún momento habrá que regular eso, ¿no? Que nos están invadiendo, que no se integran. Ya sabes aquello: primero fueron a por la tortilla de patatas, y yo no dije nada porque no me gustaba la tortilla... Ahí lo dejo. Luego, cuando gana vuestro equipo, bien que os echáis a las calles.
Bonus track: La Dirección se manda un tema de cuando tu abuela era moza casadera que se llama "La vaselina". Muy educativa.
Besos a tutiplén.
P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!
viernes, 31 de mayo de 2013
viernes, 24 de mayo de 2013
Voladura controlada
Queridas queridísimas y queridos queridísimos,
Doce monjes cartujos
en un convento
veinticuatro pelotas
doce instrumentos
La clínica Dexeus tendría que contratar a La María para los tratamientos de fertilidad. La moza preña por cercanía, tú. Si llega a vivir en el Triásico, los dinosaurios estarían ahora haciéndose arrumacos junto al estanque del parque del Retiro y dando de comer a los dodos.
"¿A qué no sabes quiénes están embarazadas?". El paso del tiempo le ha permitido depurar su técnica y ahora ya lo hace de dos en dos. Te diría los nombres de las mozas, pero te iba a dar igual porque no las conoces, no te las vas a cruzar durante los próximos tres años y del segundo no me acuerdo porque estaba concentrado en batir el récord mundial de palpitaciones por segundo. Si me ponen a desactivar una bomba con los ojos vendados hubiera estado más sereno.
Aún así, a medio camino entre el ataque de pánico y el infarto masivo, pude deslizar mi frase recurrente: "¡Qué guay, ¿no?!". Como siga haciendo estas asociaciones, un día se me va a escapar en un entierro, verás tú.
Bien, esto me lo contó el martes. El sábado había nacido el Bruno, nuestro nuevo sobrino. Solo lo he visto en fotos y da mejor en cámara que el Richard Gere. Además, también se pasa el día con el culo al aire, así que es su relevo natural, pero, aparte de lo guapísimo y maravillosísimo que es, también es un dedo que señala. Pequeño maleducado. Ve sumando.
Al resultado, añádele que el domingo es el cumpleaños de La María. Su lozanía es evidente y cualquiera en sus cabales sabe que tiene todo el tiempo del mundo. Sin embargo, tú que miras en el interior de las personas, fíjate en sus ojos la próxima vez que la veas. No tiene pupilas, tiene relojes. Además, cada vez que pasa por mi lado susurra "tic, tac" y ha colgado un póster en casa con un bebé enfundado en un pañuelo palestino quemando una foto de Malthus.
Necesito que me eches un capote. Anda, enróllate y remárcale lo jovencísima que es cuando la felicites. Haz hincapié, no te cortes. Y, de paso, si lo sabes, haz el favor de decirme qué cable hay que cortar, que yo los veo todos rojos.
La primera canción sin una sola rima y que estira las vocales más que Serrat sujetando una taza de café Tazilla, pero es redonda para hoy. Va por ti, Bruno; y por ti, La María, para cuando cumplas los 16. Besos a jarretás pa los dos.
Besos a tutiplén.
P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!
Doce monjes cartujos
en un convento
veinticuatro pelotas
doce instrumentos
La clínica Dexeus tendría que contratar a La María para los tratamientos de fertilidad. La moza preña por cercanía, tú. Si llega a vivir en el Triásico, los dinosaurios estarían ahora haciéndose arrumacos junto al estanque del parque del Retiro y dando de comer a los dodos.
"¿A qué no sabes quiénes están embarazadas?". El paso del tiempo le ha permitido depurar su técnica y ahora ya lo hace de dos en dos. Te diría los nombres de las mozas, pero te iba a dar igual porque no las conoces, no te las vas a cruzar durante los próximos tres años y del segundo no me acuerdo porque estaba concentrado en batir el récord mundial de palpitaciones por segundo. Si me ponen a desactivar una bomba con los ojos vendados hubiera estado más sereno.
Aún así, a medio camino entre el ataque de pánico y el infarto masivo, pude deslizar mi frase recurrente: "¡Qué guay, ¿no?!". Como siga haciendo estas asociaciones, un día se me va a escapar en un entierro, verás tú.
Bien, esto me lo contó el martes. El sábado había nacido el Bruno, nuestro nuevo sobrino. Solo lo he visto en fotos y da mejor en cámara que el Richard Gere. Además, también se pasa el día con el culo al aire, así que es su relevo natural, pero, aparte de lo guapísimo y maravillosísimo que es, también es un dedo que señala. Pequeño maleducado. Ve sumando.
Al resultado, añádele que el domingo es el cumpleaños de La María. Su lozanía es evidente y cualquiera en sus cabales sabe que tiene todo el tiempo del mundo. Sin embargo, tú que miras en el interior de las personas, fíjate en sus ojos la próxima vez que la veas. No tiene pupilas, tiene relojes. Además, cada vez que pasa por mi lado susurra "tic, tac" y ha colgado un póster en casa con un bebé enfundado en un pañuelo palestino quemando una foto de Malthus.
Necesito que me eches un capote. Anda, enróllate y remárcale lo jovencísima que es cuando la felicites. Haz hincapié, no te cortes. Y, de paso, si lo sabes, haz el favor de decirme qué cable hay que cortar, que yo los veo todos rojos.
La primera canción sin una sola rima y que estira las vocales más que Serrat sujetando una taza de café Tazilla, pero es redonda para hoy. Va por ti, Bruno; y por ti, La María, para cuando cumplas los 16. Besos a jarretás pa los dos.
Besos a tutiplén.
P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!
viernes, 17 de mayo de 2013
Mejoras
Queridos queridísimos y queridas queridísimas,
Veinticinco mujeres,
cincuenta tetas.
Si las cuentas tres veces,
ciento cincuenta. (*)
Un altar tenían que ponerle al tipo que le echó sal a la mantequilla. Hay gente así, que trabaja sobre algo extraordinario hasta convertirlo en insuperable. Cada bocado es una ruleta rusa de bypass, de acuerdo, pero ¿no te gusta pasearte por el lado salvaje de la vida?
Estamos subidos a hombros de gigantes y a cada paso vamos mejorando la generación anterior. Dejando a un lado, claro, que los jóvenes de ahora no son cómo los de antes, que se pasan la vida jugando a la play, que a saber qué les enseñan en el colegio y que los tomates ya no saben a tomates. Aparte de eso, cof, cof, si tienes dudas sobre el progreso, déjame decirte solo tres cosas: gorra con ventilador,guardamonedas con correa para bañarte en la playa y baticao.
Igual te lo puedes tomar a chufla, pero si haces una lista de cosas que te han hecho la vida más fácil, o más feliz, dime si ibas a situar por encima de esas la teoría de la relatividad o el descubrimiento de la doble hélice del ADN. Pues eso, que a ver si empezamos a poner a cada uno donde le corresponde.
El lugar de la mantequilla con sal, sin duda, tendría que estar entre los cinco primeros. Si tienes en cuenta que la mantequilla a secas se colocará en torno al cincuenta, el salto es de aúpa. Lo sorprendente, en cualquier caso, es cuando el número uno encuentra a la pareja perfecta y su potencial salta a la estratosfera. Entonces se vuelve inalcanzable. Como Juan con Junior o Lance Amstrong con la EPO.
El otro día volvió. Como cada año, como las golondrinas de Bécquer, como la canción de Gardel. Después de seis meses, se abrieron los cielos y apareció. Ahí estaba. Radiante, hermoso, victorioso. El tirante. Qué visión. ¡Ah, pero si solo hubiera sido eso! No era un tirante cualquiera, no, era un tirante en bicicleta. ¡Oh, maravilla de las maravillas echarle sal a la mantequilla! Y ahí, cuando piensas que la vida no te puede dar nada más, justo en ese momento, la calle se empezó a inclinar.
Nota: La María, de verdad que no dejé de pensar en ti ni por un momento. De todas maneras, ya si eso voy preparando la sabanas por el sofá. O casi mejor ahueco el felpudo, ¿no?
¿Acaso no huele a verano?
Besos a tutiplén.
P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!
Veinticinco mujeres,
cincuenta tetas.
Si las cuentas tres veces,
ciento cincuenta. (*)
Un altar tenían que ponerle al tipo que le echó sal a la mantequilla. Hay gente así, que trabaja sobre algo extraordinario hasta convertirlo en insuperable. Cada bocado es una ruleta rusa de bypass, de acuerdo, pero ¿no te gusta pasearte por el lado salvaje de la vida?
Estamos subidos a hombros de gigantes y a cada paso vamos mejorando la generación anterior. Dejando a un lado, claro, que los jóvenes de ahora no son cómo los de antes, que se pasan la vida jugando a la play, que a saber qué les enseñan en el colegio y que los tomates ya no saben a tomates. Aparte de eso, cof, cof, si tienes dudas sobre el progreso, déjame decirte solo tres cosas: gorra con ventilador,guardamonedas con correa para bañarte en la playa y baticao.
Igual te lo puedes tomar a chufla, pero si haces una lista de cosas que te han hecho la vida más fácil, o más feliz, dime si ibas a situar por encima de esas la teoría de la relatividad o el descubrimiento de la doble hélice del ADN. Pues eso, que a ver si empezamos a poner a cada uno donde le corresponde.
El lugar de la mantequilla con sal, sin duda, tendría que estar entre los cinco primeros. Si tienes en cuenta que la mantequilla a secas se colocará en torno al cincuenta, el salto es de aúpa. Lo sorprendente, en cualquier caso, es cuando el número uno encuentra a la pareja perfecta y su potencial salta a la estratosfera. Entonces se vuelve inalcanzable. Como Juan con Junior o Lance Amstrong con la EPO.
El otro día volvió. Como cada año, como las golondrinas de Bécquer, como la canción de Gardel. Después de seis meses, se abrieron los cielos y apareció. Ahí estaba. Radiante, hermoso, victorioso. El tirante. Qué visión. ¡Ah, pero si solo hubiera sido eso! No era un tirante cualquiera, no, era un tirante en bicicleta. ¡Oh, maravilla de las maravillas echarle sal a la mantequilla! Y ahí, cuando piensas que la vida no te puede dar nada más, justo en ese momento, la calle se empezó a inclinar.
Nota: La María, de verdad que no dejé de pensar en ti ni por un momento. De todas maneras, ya si eso voy preparando la sabanas por el sofá. O casi mejor ahueco el felpudo, ¿no?
¿Acaso no huele a verano?
Besos a tutiplén.
P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!
viernes, 10 de mayo de 2013
Franceses
Queridas queridísimas y queridos queridísimos,
Si ves a Tontucio pasar,
pídete otra, so tarambana,
que vuelve a este blog a cantar,
con ganas de parrandear.
Le he hecho un francés a los titos. Dicho así, igual te suena fuerte, pero a ver qué nombre le pondrías tú. Te acuerdas de lo de Bonaparte, ¿no? Es ese señor que sale en las fotos rascándose el ombligo. Hace unos 200 años, como sabes, el tipo firmó un tratado con Godoy para pasar por España e invadir Portugal.
- A la vuelta te invito a un cocidito en La Bola, le comentó Napoleón.
- Deje, deje, que le voy a llevar yo a uno que conoce mi primo.
- La Bola he dicho.
- La mejor elección, sin duda. Buen gusto tiene usted. ¿Hasta cuándo se queda?
Primerísimo primer plano de la ceja levantada de Napo.
De pimeras, la invasión iba hasta bien. Tú te quedas con el país y a mí me dejas abrir el bar hasta tarde. Ne pas de probleme. Hasta que se pusieron tontitos y empezaron a exigir cocinar con mantequilla. Por ahí sí que no. Los pucheros no se tocan, que nos quieren robar nuestra cultura. "No se integran, no se integran", se empezó a rumorear por las tabernas. Ya sabes cómo acabó la cosa.
"Titos, me voy pa Londres, ¿me acogéis una semana?". El juego aquí es adivinar quién hace de Godoy. "Cohonudo, sobri, quédate el tiempo que quieras". El zoom de la cámara casi me da en el ojo, tú. Hasta que llamé a La María.
"¿Ya tiés piso o qué?". Ese tono, oye. Es que oía el ruido de mi ceja mientras se me caía a los pies. "Mamarracho". ¿No notas un vientecillo helado en el espinazo? Si se llega a hacer cargo ella de la campaña rusa, en San Petersburgo estaban ahora comiendo lechazo al horno. Bueno, ahora no, que esta es la época en la que todos en nuestra casa, por el sistema de voto de calidad, hemos decidido ponernos a dieta. Recuérdame que escriba un post sobre 1001 formas deliciosas de aborrecer las acelgas.
A lo que iba. Un mes y medio estuve en casa de los titos, tú. A las tres semanas ya me levantaba y decía bonjour. La penúltima solo compraba baguettes y en la última empecé a usar la mantequilla. Cuando el último día aparecí con "El último tango en París", convinimos en que iba siendo hora de mudarse.
Llevas razón, igual no fue un francés lo que les hice.
Agradecimientos infinitos: este post no hubiera sido posible sin los titos. Mil gracias. Una vez más, estoy en deuda con vosotros, así que prometo no contarle a nadie donde escondes la Cuore, tita, ni cuál es la canción de Amaral con la que más lloras, tito.
Esta de arriba va pa los titos, por supuesto, que cuando no hay palabras suficientes para agradecer, siempre quedan las canciones (espero que la letra no hable de mantequilla). La de abajo hay que verla en youtube, que ya son ganas de molestar, pero quería que la disfrutaras y no la encuentro de otra manera. Si la localizas, estoy encantado de cambiarla para que se vea aquí.
Besos a tutiplén
P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!
Si ves a Tontucio pasar,
pídete otra, so tarambana,
que vuelve a este blog a cantar,
con ganas de parrandear.
Le he hecho un francés a los titos. Dicho así, igual te suena fuerte, pero a ver qué nombre le pondrías tú. Te acuerdas de lo de Bonaparte, ¿no? Es ese señor que sale en las fotos rascándose el ombligo. Hace unos 200 años, como sabes, el tipo firmó un tratado con Godoy para pasar por España e invadir Portugal.
- A la vuelta te invito a un cocidito en La Bola, le comentó Napoleón.
- Deje, deje, que le voy a llevar yo a uno que conoce mi primo.
- La Bola he dicho.
- La mejor elección, sin duda. Buen gusto tiene usted. ¿Hasta cuándo se queda?
Primerísimo primer plano de la ceja levantada de Napo.
De pimeras, la invasión iba hasta bien. Tú te quedas con el país y a mí me dejas abrir el bar hasta tarde. Ne pas de probleme. Hasta que se pusieron tontitos y empezaron a exigir cocinar con mantequilla. Por ahí sí que no. Los pucheros no se tocan, que nos quieren robar nuestra cultura. "No se integran, no se integran", se empezó a rumorear por las tabernas. Ya sabes cómo acabó la cosa.
"Titos, me voy pa Londres, ¿me acogéis una semana?". El juego aquí es adivinar quién hace de Godoy. "Cohonudo, sobri, quédate el tiempo que quieras". El zoom de la cámara casi me da en el ojo, tú. Hasta que llamé a La María.
"¿Ya tiés piso o qué?". Ese tono, oye. Es que oía el ruido de mi ceja mientras se me caía a los pies. "Mamarracho". ¿No notas un vientecillo helado en el espinazo? Si se llega a hacer cargo ella de la campaña rusa, en San Petersburgo estaban ahora comiendo lechazo al horno. Bueno, ahora no, que esta es la época en la que todos en nuestra casa, por el sistema de voto de calidad, hemos decidido ponernos a dieta. Recuérdame que escriba un post sobre 1001 formas deliciosas de aborrecer las acelgas.
A lo que iba. Un mes y medio estuve en casa de los titos, tú. A las tres semanas ya me levantaba y decía bonjour. La penúltima solo compraba baguettes y en la última empecé a usar la mantequilla. Cuando el último día aparecí con "El último tango en París", convinimos en que iba siendo hora de mudarse.
Llevas razón, igual no fue un francés lo que les hice.
Agradecimientos infinitos: este post no hubiera sido posible sin los titos. Mil gracias. Una vez más, estoy en deuda con vosotros, así que prometo no contarle a nadie donde escondes la Cuore, tita, ni cuál es la canción de Amaral con la que más lloras, tito.
Esta de arriba va pa los titos, por supuesto, que cuando no hay palabras suficientes para agradecer, siempre quedan las canciones (espero que la letra no hable de mantequilla). La de abajo hay que verla en youtube, que ya son ganas de molestar, pero quería que la disfrutaras y no la encuentro de otra manera. Si la localizas, estoy encantado de cambiarla para que se vea aquí.
Besos a tutiplén
P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!
viernes, 8 de febrero de 2013
Números
Queridas queridísimas y queridos queridísimos,
Allá va la despedida
la que echó el gato a la gata
que al bajar las escaleras
le metió la quinta pata
Londres tiene más de siete mil pubs. El dato es de las respuestas de Yahoo!, así que tampoco te vayas a jugar los cuartos en "Saber y ganar", pero para hacerte una idea ya te vale. Habrá a quien le parezca mucho, claro, pero los números solo cogen vidilla al cruzarlos con otros. Como cuando comparas los viajes al Caribe de un político con los palés de ladrillos colocados por un constructor, para que me entiendas.
A lo que iba. Londres acoge, por sobre poco más o menos, a unos ocho millones de almas. Bien, vamos a quitar a un millón entre menores de catorce años y tristes de toda condición. Deja de contar con los dedos: tocamos a mil personas por pub.
Reflexiona. Sigue reflexionando. Oooom. Normal, te estás acordando de Galeano:
Sobre los esfuerzos, si te parece bien -y siempre con el permiso de La Dirección y de La María- nos vamos a dar un tiempo. No es por ti, es por mi, que me cuesta mucho trabajo escribir con las manos llenas de pintas. Una vez cumplida la misión, ¡¡¡la canción del viernes!!! volverá por sus fueros. Allá por mayo. Por ahora, se inicia este doloroso proceso de recopilación de información, qué se le va a hacer. Sobre los refuerzos, qué te voy a contar. Ya sabes dónde estamos.
Hasta pronto, queridas y queridos.
¡Salud!
P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: La coplilla la ha mandado el tito Andrés, que no ha podido acertar más. Mil gracias, mozo. Aquí tienes un trozín de letra para que te hagas una idea.
Why he's gone home cold sober to his darling wife
He walks in the kitchen, she says you're early Bill dear
But then he breaks down and tells her the pub's got no beer
Que viene a decir, en traducción chapucera:
Y el viejo Billy, el herrero, por primera vez en su vida
vuelve sobrio a casa, con su esposa querida
Entra a la cocina y le dice: llegas pronto, cariño
Entonces se derrumba y confiesa que en el pub no queda cerveza.
P.P.P.D.: ¡Más besos, leñe!
Allá va la despedida
la que echó el gato a la gata
que al bajar las escaleras
le metió la quinta pata
Londres tiene más de siete mil pubs. El dato es de las respuestas de Yahoo!, así que tampoco te vayas a jugar los cuartos en "Saber y ganar", pero para hacerte una idea ya te vale. Habrá a quien le parezca mucho, claro, pero los números solo cogen vidilla al cruzarlos con otros. Como cuando comparas los viajes al Caribe de un político con los palés de ladrillos colocados por un constructor, para que me entiendas.
A lo que iba. Londres acoge, por sobre poco más o menos, a unos ocho millones de almas. Bien, vamos a quitar a un millón entre menores de catorce años y tristes de toda condición. Deja de contar con los dedos: tocamos a mil personas por pub.
Reflexiona. Sigue reflexionando. Oooom. Normal, te estás acordando de Galeano:
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.Los titos, una vez más, me han acogido en su casa. No se lo cuentes, pero tenemos un objetivo que ellos aún no saben. Tres meses por delante, 90 días, y 7.000 pubs. No hace falta que te diga más, ¿no? y convendrás en que es una tarea hercúlea. Por eso hay que concentrar los esfuerzos y los refuerzos.
Sobre los esfuerzos, si te parece bien -y siempre con el permiso de La Dirección y de La María- nos vamos a dar un tiempo. No es por ti, es por mi, que me cuesta mucho trabajo escribir con las manos llenas de pintas. Una vez cumplida la misión, ¡¡¡la canción del viernes!!! volverá por sus fueros. Allá por mayo. Por ahora, se inicia este doloroso proceso de recopilación de información, qué se le va a hacer. Sobre los refuerzos, qué te voy a contar. Ya sabes dónde estamos.
Hasta pronto, queridas y queridos.
¡Salud!
P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: La coplilla la ha mandado el tito Andrés, que no ha podido acertar más. Mil gracias, mozo. Aquí tienes un trozín de letra para que te hagas una idea.
Why he's gone home cold sober to his darling wife
He walks in the kitchen, she says you're early Bill dear
But then he breaks down and tells her the pub's got no beer
Que viene a decir, en traducción chapucera:
Y el viejo Billy, el herrero, por primera vez en su vida
vuelve sobrio a casa, con su esposa querida
Entra a la cocina y le dice: llegas pronto, cariño
Entonces se derrumba y confiesa que en el pub no queda cerveza.
Ahí queda eso.
viernes, 1 de febrero de 2013
Vidas salvajes
Queridas queridísimas y queridos queridísimos,
Los besos que tú me das,
te juro que no los siento.
Tú me besas en la oreja
y soy sordo de nacimiento.
Cuando me hablan de vidas salvajes, bostezo. Para ser más exacto, me entran ganas de echar una cabezadita. La culpa no te creas que es mía, hasta ahí podíamos llegar. La culpa es de Paulov.
Pavlov era el señor aquel del condicionamiento clásico, tú sabes. El fulano este, aparte de estudios, tenía un perro. Un día decidió trastornar un poco al animalico y se dedicó a tocarle una campana cada vez que le daba de comer. Al cabo de un tiempo, solo con darle al timbre, el chucho salivaba. Natural. Hubiera molado hacer el experimento con un pirbul, ¿eh, Pavlovito?
Lo que te decía, que me he pasado tantos años mirando cara a cara al peligro, que ahora solo de escucharlo me entra modorra. Keith Richards, Jim Morrison, Sid Vicious, Amy Winehouse, Chiquetete, vuestras vidas no impresionan lo más mínimo.
Ante el peligro más brutal, me baja la tensión, el pulso y el ritmo corporal. Sí, las mejores siestas de mi vida me las he pegado viendo documentales del Serengueti. Por cada ñu, diez minutos de planchar la oreja. Con leopardo, veinte. Puro placer y, además, educativo. Qué cantidad de cosas se aprenden sobre naturaleza viendo a los leones pastar.
Besos a tutiplén.
P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!
Los besos que tú me das,
te juro que no los siento.
Tú me besas en la oreja
y soy sordo de nacimiento.
Cuando me hablan de vidas salvajes, bostezo. Para ser más exacto, me entran ganas de echar una cabezadita. La culpa no te creas que es mía, hasta ahí podíamos llegar. La culpa es de Paulov.
Pavlov era el señor aquel del condicionamiento clásico, tú sabes. El fulano este, aparte de estudios, tenía un perro. Un día decidió trastornar un poco al animalico y se dedicó a tocarle una campana cada vez que le daba de comer. Al cabo de un tiempo, solo con darle al timbre, el chucho salivaba. Natural. Hubiera molado hacer el experimento con un pirbul, ¿eh, Pavlovito?
Lo que te decía, que me he pasado tantos años mirando cara a cara al peligro, que ahora solo de escucharlo me entra modorra. Keith Richards, Jim Morrison, Sid Vicious, Amy Winehouse, Chiquetete, vuestras vidas no impresionan lo más mínimo.
Ante el peligro más brutal, me baja la tensión, el pulso y el ritmo corporal. Sí, las mejores siestas de mi vida me las he pegado viendo documentales del Serengueti. Por cada ñu, diez minutos de planchar la oreja. Con leopardo, veinte. Puro placer y, además, educativo. Qué cantidad de cosas se aprenden sobre naturaleza viendo a los leones pastar.
P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!
viernes, 25 de enero de 2013
Residencia de verano
Queridas queridísimas y queridos queridísimos,
Si Jesús murió en la cruz
con tres clavos solamente
cómo no muere tu prima
que la clavan tantas veces
con tres clavos solamente
cómo no muere tu prima
que la clavan tantas veces
La María y un servidor vamos a comprarnos un terruño en el fondo del mar. Ella todavía no lo sabe, pero verás lo contenta que se va a poner cuando se entere. Es que se quiere mudar a una casa más grande. "Como una reina decías que me ibas a tener, ¿eh?", me suelta cada vez que me ve, antes de arrearme un pescozón.
El otro día se puso sus guantes de cabritilla, sacó sus espejuelos y ordenó: "A ver, muéstrame alguna de esas páginas de las que habla la clase media cuando buscan aposentos". Así que me metí en Idealista. "¿Idealista? ¿Estos no serán de la logia esa del 15M, no?". Chacho, prefiero que me invite a cenar Hannibal Lecter que otra mirada de esas por encima de las antiparras. No era lo que buscaba, no.
"¿Luxury Homes?", aventuré. "¿Perdón? Es de ese tipo de gente que usa expresiones como alto standing?" (Solo para que conste, las cursivas no son mías. Hay palabras que ella pronuncia así, como Dolce & Gabbana, Gucci o Armani. A Polo Ralph Lauren y Tommy Hilfiger, además, la vez que las usó les bajó el tamaño de fuente. Si te digo la verdad, la única que enuncia casi sin acento es Chanel).
"Anda, que no vales para nada" y me apartó de un cogotazo. "Castillos Loira" tecleó en el Google. "Resuelto, compra uno de estos". "Pe...pe...pe...pero...". Mirada.
¿Tú te hubieras atrevido a sacar el extracto del banco? Desde luego, no puedo presentarme con las manos vacías -le partiría el corazón y, además, todavía estoy convaleciente de la última vez-, pero he encontrado la solución perfecta. Nos vamos a hacer Señores del Océano Pacífico. Ahí es nada. Oye, que te lo agencias por 39,98 euros. No es coña. Bien de espacio, marco incomparable y, sobre todo, tenemos la foto de nuestra boda para las tarjetas.
El otro día se puso sus guantes de cabritilla, sacó sus espejuelos y ordenó: "A ver, muéstrame alguna de esas páginas de las que habla la clase media cuando buscan aposentos". Así que me metí en Idealista. "¿Idealista? ¿Estos no serán de la logia esa del 15M, no?". Chacho, prefiero que me invite a cenar Hannibal Lecter que otra mirada de esas por encima de las antiparras. No era lo que buscaba, no.
"¿Luxury Homes?", aventuré. "¿Perdón? Es de ese tipo de gente que usa expresiones como alto standing?" (Solo para que conste, las cursivas no son mías. Hay palabras que ella pronuncia así, como Dolce & Gabbana, Gucci o Armani. A Polo Ralph Lauren y Tommy Hilfiger, además, la vez que las usó les bajó el tamaño de fuente. Si te digo la verdad, la única que enuncia casi sin acento es Chanel).
"Anda, que no vales para nada" y me apartó de un cogotazo. "Castillos Loira" tecleó en el Google. "Resuelto, compra uno de estos". "Pe...pe...pe...pero...". Mirada.
¿Tú te hubieras atrevido a sacar el extracto del banco? Desde luego, no puedo presentarme con las manos vacías -le partiría el corazón y, además, todavía estoy convaleciente de la última vez-, pero he encontrado la solución perfecta. Nos vamos a hacer Señores del Océano Pacífico. Ahí es nada. Oye, que te lo agencias por 39,98 euros. No es coña. Bien de espacio, marco incomparable y, sobre todo, tenemos la foto de nuestra boda para las tarjetas.
Lord Bert y Lady Lamaría, pa servirles.
Besos a tutiplén
P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!
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