La alegría es un deber diario

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Unos beben vino,
otros aguardiente
y en Villamantilla,
agua de la fuente.

La frase del título se la leí a Rafael Reig. Y la hago propia. Por varias razones. A saber, y sin jerarquías: hoy es viernes, La Dirección viene mañana (o pasado), el Paco se casa este fin de semana, me felicitasteis un chorro de gente por mi cumple, la María… (¿cómo se guiña un ojo a través de la pantalla?) Podría seguir, pero no sigo. Completad vuestra lista, si os apetece.
Así que todo el mundo a bailar, leñe, que ya va siendo hora y parece que me he comido un libro de autoayuda. La sesión de hoy va dedicada. La primera coplilla, para la María Longuis, que me la pidió hace mucho, mucho tiempo. Ahora anda la tipa en Nicaragua, comiéndose unas elecciones nacionales de esas que creo que vienen hasta con balacera. Manda unas crónicas para los amiguetes que da gusto leerlas. Un besote, guapa:



Y ésta, para el Paco, que no se casa uno todos los días (excepto Liz Taylor). Esta canción me pone alegre. Qué más se puede pedir. No te fijes mucho en la letra, Paco. Bueno, fíjate, pero no la hagas propia. Lo tuyo que va a ser del montón. Otro beso. ¡Enhorabuena!



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!