viernes, 25 de septiembre de 2009

El secreto

Queridas queridísimas y queridos querídisimos,

El día que tú naciste
nacieron todas las flores
y en la pila del bautismo
cantaron los ruiseñores

"Tres meses hace que no te veo". Ésa es Madre. No te creas tú que le cambió la voz. Nada de nada. Si llega a nacer en Calabria, tengo la vida resuelta. Había llamado yo, porque no tenía aceite y no sé dónde se compra. Desde hace quince años me lo traigo de casa, a un precio sin competencia. "No sé si me queda". Jodo. Menos mal que nos juntamos este fin de semana para el bautizo del sobrino. Primero, unos apuntes.
Saulo de Tarso se ganaba la vida cazando cristianos. Dios le dé trabajo a cada uno en su oficio, que decía el enterrador del pueblo de Padre. Ahí tenemos, pues, a San Pablo, camino de Damasco, para cumplir con su tarea. En éstas que se le aparece Jesús, en forma de luz cegadora: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?". Y el pobre: "¿yo?, ¿yo?, ¿perseguirte?, ¿yo?, ¡qué cosas tienes, Jesús!". Se convirtió, claro. A ver qué hubieras hecho tú.
"Pero se mueve". La Inquisición le había cogido un poco de ojeriza a Galileo por aquello de que si la Tierra giraba alrededor del Sol o, por el contrario, era al revés. Se retractó en público para que no le dieran la brasa y aquí paz y después gloria. Al salir, dijo eso de "e pur si muove". Ya, ahora.
"¿Se arrodilla usted realmente movido por la piedad o está en el secreto?". Ruiz Jíménez era embajador en el Vaticano, tiempos de Franco, y estaba reza que te reza. Se ve que allí no se llevaba mucho porque, escamado, fue un cardenal el que se lo preguntó. Ni Richelieu, vamos.
Querido sobrino, esto lo hacemos por aceite. Que quede entre tú y yo.





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: Lo más probable es que todas las anécdotas sean mentira. Como dice Berto, el de Buenafuente, no creo que aquí venga nadie a aprender, pero por si acaso.
P.P.P.D.: Bueno, lo de Madre es rigurosamente cierto, no vayamos a liarla.
P.P.P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 18 de septiembre de 2009

¡Qué bien se estaría en el Tirol!

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Esta noche me voy a acostar contigo
pa contarte los pelos del jigo
tenías (sic.) uno blanco y cuatro coloraos
pom, pom, pom, pom, ¡qué chichi más pelao!

Los amigos pata negra son los de norte. Allí sí que hay buena gente. Nada de tú te vienes pa'cá, nos echamos unas cañitas y arreglamos el mundo en dos patás. Que va, que va, aquello es otra cosa. Tu coges a un austriaco y a uno de Bollullos de la Mitación y es que no hay color. Que con el austriaco igual te cuesta más, no te digo yo que no, pero al final da gloria de estar con ellos.
"Españoles por el mundo" te enseña estas cosas. Lo dijo una señora que llevaba veinte años en Salzburgo y al final se había hecho colegas. Contaba la buena mujer que no había sido fácil, pero que a los compadres austriacos, una vez que te los ganas, ya los tienes pa' siempre. No como los vuestros, que se os caducan.
Ayer se dejaron caer por aquí el Andrés y la Endur, los de Londres, ya sabéis. El uno es de Sevilla y la otra, de Pucela, aunque insiste en que es de Donosti. Vale, lo que tú digas, tía. Un poco, la verdad, sí debe serlo, porque las novias del norte también son más novias. A las tres de la mañana cogió al Andrés y lo metió en un taxi. Después se metió ella, que tenían que acompañarse a casa. Son como la Coca-Cola éstos, que no tienes claro si son peores solos o mezclados.
La semana pasada fue La Dirección la que hizo un alto por la capital de camino a su casa en Sevilla. Venía del Perú, también sin ganas y con el sueño cambiado.
Señora, lleva usted razón: sus amigos austriacos son fetén, los míos dejan un dolor de cabeza espantoso.





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 11 de septiembre de 2009

Ser padres hoy

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Venga señor cura, venga,
que en mi casa hay un trabajo,
que se ha caído mi abuelo,
y está mi abuela debajo.

Dalton Trumbo era un pajillero confeso. Gran noticia, ¿verdad? Venga, desencoge los hombros, que te vas a contracturar. Me pongo las gafas de pasta y empiezo por el final. Dalton Trumbo escribió Espartaco, una peli de la que Kubrick quiso renegar, porque no le dejaron hacer. Menudo era éste. ¿Culpable? El Kirk Douglas que, aparte del prota, fue el productor. ¡Qué sueñito más rico te echarías ahora, ¿eh?! Por mí no te cortes. Sigo. Kirk le dijo a Dalton: "No me vengas con tonterías y fírmame ya el guión, que tengo muchas cosas que hacer".
La tontería es que se había pasado casi un año en chirona por lo de la caza de brujas. Escribir películas era una de las tonterías accesorias que le habían prohibido. Durante diez años, algunos amigos suyos se curraron muy buenos guiones. Hasta que llegó Kirk Douglas, que recuerdo que ponía la pasta. Cuando veáis Espartaco o Senderos de Gloria, tenedlo en cuenta.
Antes del jaleo, Trumbo escribió alguna tontería, como "Johnny cogió su fusil". Después se hizo alguna más, como "Papillón". Y de prisiones cargado, que diría Calderón, le escribió esta carta a su hijo adolescente:

"(...) Te mando dos libros, que creo que son bastante apropiados para tu edad: 'Education of a poker player', con un montón de consejos poco limpios, pero lícitos, para desplumar a la gente; y 'Sex without guilt', que deberías compartir con tus amigos y que lo escribió alguien que se ha ganado un lugar en la historia como el mayor benefactor de la humanidad desde el mahatma Gandhi. El libro lo podríamos considerar un manual para pajilleros. Su autor: el doctor Albert Ellis (...)
Por mucho que lo intente, no te harías una idea de lo turbulenta que fue la juventud de tu padre con esto del sexo. Eran otros tiempos y no hay que darle más vueltas, pero no te puedes ni imaginar las ventajas que tienes si lo comparas con lo que tenía yo. Por nombrarte sólo tres: una habitación para ti solo, un padre pajillero y al doctor Albert Ellis".

Es parte del monólogo que se casca Nathan Lane en Trumbo, un documental con las cartas que se escribió desde el maco. Lo he traducido con mi inglés de chichinabo, porque no he encontrado los subtítulos, así que, a lo mejor, de lo que habla en realidad es de ornitología. Concédeme el beneficio de la duda y ya vamos viendo. De paso, imagínate a tu padre largándote eso y me cuentas.
Querido hermano, querido Pepe, querido Luis y querido Lorenzo, en los momentos duros, cuando todo se os ponga cuesta arriba, recordad que, al menos, le podréis ofrecer a vuestros hijos dos de esas cosas. Seguro que estáis a la altura. ¡Enhorabuena!
¡Maaaaaaambo!





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: Por cierto, de aquí salen algunas de las coplillas que salen en este blog. A cada cual, lo suyo.
P.P.P.D. ¡Más besos, leñe!

viernes, 4 de septiembre de 2009

A flote

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Fifteen men on a dead man's chest
Yo ho ho and a bottle of rum
Drink and the devil had done for the rest
Yo ho ho and a bottle of rum.

El Titanic se hundió con música. La orquesta siguió en plan parece como que refresca un poco, ¿no? Eso cuentan, al menos. Serían de Burgos, que con un par de rebecas se hacen un ochomil. Como habéis visto la peli, pues ya lo sabéis. A mí, junto a otros muchos, la historia me llegó por Adrián Huici.
Huici era profesor y nos vino con el cuento el último día de su clase, en el último curso de la carrera. Amor y muerte en las aguas heladas del Atlántico. La historia tiene miga, os pongáis como os pongáis. Añadidle acento argentino. Del de Borges y Cortázar, ¿eh?. Y allí tenéis a una clase entera, un sólo corazón, oyendo los gritos de los pasajeros entre gente pisando a otra gente, codazos para hacerse con un sitio y "silollegoasaberviajoenprimeramiratú" variados. Lo peor de la naturaleza humana, condensado en unos pocos metros. Como el mercadillo de los jueves de Jaén, queridos cosmopolitas.
Y ahí estamos, de secano, mordisqueandonos los codos, los ojos encendidos, dispuestos a dar nuestra vida por salvar a alguno de aquellos desgraciados. Y el relato continúa: "La orquesta, sabéis, no dejó de tocar". Pausa dramática. "A pesar de los gritos, del miedo, del, digamos, incierto futuro". Mirada. Otra pausa. Y redoble: "Pase lo que pase, no dejéis de tocar siempre vuestra propia música". Se le aplaudió mucho al señor Huici.
El Chaves, con una caja de herramientas, es capaz de sacar a flote la Atlántida. Un día de cañas, hace ya unos añitos, estábamos hablando de la peli. Cuando terminamos dijo: "Si me dejan a mí con un rollo de cinta americana, eso no se hunde".
Ya volverán las vacaciones. Música, maestro:





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!
 
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