viernes, 19 de julio de 2013

Hasta el fin del botellín

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

No temo a las curvas
no temo a las rectas
no temo a tu padre
aunque tenga escopeta

El otro día me topé con el oso de Madrid. "¿Es que no te has ido todavía?", le comenté. Es una pregunta un poco de charla de ascensor, pero es que uno no sabe nunca muy bien como dirigirse a un plantígrado. Más a este, que se da unos aires de único en su especie que te pasas. "Me voy el lunes a Asturias, que tengo un pariente allí y esto está un poco muerto".

Madrid en verano ya no es lo que era. Eso, al menos, es lo que dicen los lugareños que llevan aquí desde que solo había tostadas de pan de molde. Ahora, al parecer, se queda mucha más gente. Pues será, pero solo se quedan los que no conozco. Los otros, esos bien que se largan todos. Chacho, que llamas y en vez de un teléfono parece que te has puesto una caracola en el oído.

Por eso, ha llegado el momento de afrontar la situación con cabeza. Lo primero es llenar el frigorífico de botellines. Lo segundo, ponerse en el escritorio del ordenador una foto de esas de palmeras donde han borrado a los pobres con el Photoshop. Lo tercero, tomar las enseñanzas de Paolo Coelho y ser conscientes de que las verdaderas vacaciones se llevan en el corazón.

Ya le he dejado preparado un bikini a La María y me he comprado un portamonedas colgante. Hasta tengo una ensaladilla rusa fuera del frigorífico desde ayer para darle su toquecito al estómago. Esta noche me coloco el Meyba y nos vamos de paseo a Lavapiés. A veraneantes no nos va a ganar nadie.

Queridas queridísimas y queridos queridísimos, ¡¡¡la canción del viernes!!! se pone de vacaciones desde este preciso instante y volverá cuando se acaben los botellines. ¡Salud!



La Dirección se había mandado una coplilla de esas nostálgicas de antes de que se inventaran los megaherzios. Lo que pasa es que se pone uno a saltar de una a otra y, al final, ha aparecido esto. Y esto son palabras mayores. Mil gracias por las inspiración, Dire:



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 12 de julio de 2013

Yin-Yang

Queridas queridísimas y queridos queridísimos

Anda diciendo tu madre
que no me quiere por nuera
en qué libro habrá leído
que yo la quiero por suegra.

Los chinos son gente polivalente. Lo mismo te hacen un gato de la suerte que un librico de pensamientos resultón. El yin-yang es uno de esos conceptos que para ellos es como para tu padre gritarle al telediario o para ti gritarle al telediario o para tus hijos y los hijos de tus hijos gritarle al telediario. Se lleva en la sangre.

La base de esta filosofía, según las cuatro primeras líneas de la wiki, viene a ser que las fuerzas opuestas no se confrontan, sino que se complementan, ya que no se puede entender la una sin la otra. Esto es una reflexión dura para un viernes, pero con un ejemplo seguro que lo pillas: frío y calor, agua y fuego, vida y muerte, GPS y discusión en el coche.

Bien, una vez que ya tienes la teoría, vamos a la práctica. O praxis, como diría Rufo, que me está apuntando por encima del hombro mientras hace unos apuntes críticos en italiano a Imperio, de Antonio Negri.

Rufo, con su lectura favorita para la siesta.

Juego de tronos es una serie de fantasía. Dicho así, parece que va de Campanilla recogiendo flores en la pradera mientras canta lindas canciones de aires isleños con las que deleitar a los lugareños de remotos parajes. Podría ser. En este caso va más de darse unas castañas como panes de pueblo.

Por ser más precisos, digamos que, en el contexto de la historia, arrancarte la cabeza en una discusión por el parking del caballo es una solución aceptable. Vamos, como en Madrid. El tiempo que no están cercenándose miembros a discreción lo emplean en encamarse entre hermanos. Una producción muy educativa, sí. Llamémosle yang.

José Luis Perales es un santo varón. Solo por escribir Y cómo es él se merece el Nobel de la Paz. La canción ya sabes de qué va. Su señora se pira con otro. Hasta ahí, como la vida misma. José Luis se huele la tostada y le pregunta antes de que ella se lo diga. Después un pequeño reproche hacia el amante de ella: "es un ladrón..." y aquí paz y después gloria. Un señor. Lo bueno viene después:
Arréglate mujer se te hace tarde
y llévate el paraguas por si llueve.
Él te estará esperando para amarte
y yo estaré celoso de perderte.

Y abrígate, te sienta bien ese vestido gris.
Sonríete, que no sospeche que has llorado.
Y déjame que vaya preparando mi equipaje.
Perdóname si te hago otra pregunta.
Puro yin. Ja.

La cosa es que Juego de tronos, al lado de esta coplilla, parece una comunión de los osos amorosos. En la serie van más por derecho. Pronuncias mal mi nombre, te eviscero, te descuartizo y verás cómo a la próxima te acuerdas.

 José Luis, no. Él va de majete comprensivo. Tururú. Chaval, eres el Da Vinci del mal. Que te imaginas a la pobre señora, en su lecho de muerte, junto con su amante con el que tuvo cinco hijos, llorando a moco tendido: "El paragüitas, el paragüitas, snif, me dijo, cógete el para...snif...güitas, y abríga...hip...te y, y, y, buaaaa, que, sob, sonriera". Y mientras, el Perales, acostándose con groupies por toda Sudamérica: "A mí es que me han hecho mucho daño".

Eso es yin-yang.



¡¡¡La canción del viernes!!! se rinde a la música electrónica de calidad. De la mano de Sergio, gracias mil, una de las mejores canciones de la historia. Esto sí que es una letra y no lo del Bob Dylan.



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 5 de julio de 2013

Crisis de la mediana edad

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Estate quieto Julián
no me toques el refajo
si te quieres divertir
mete la mano debajo

El Rufo* se ha puesto un pendiente. Le iba a decir algo, pero le ha sonado su teléfono 4G y ha estado hablando durante una hora y media antes de irse al gimnasio. Me ha dejado descolocado hasta que he hablado con La María. "Pues claro, mendrugo", me ha contestado. "¿Cuántos años tiene?". "Siete". "¿Siete por siete?". "Cuarenta y siete", le he dicho como un relámpago. Si llega a ser una mariposa me paso el día multiplicando, sí.

En fin, se conoce que se habla con una perra tres años más joven que él y ha perdido el oremus. Ayer estaba mirando una revista de coches. "¿Qué te parece este cabriolé?", me preguntó, porque él es muy siglo XIX hasta cuando se pone frivolón. "Que ya no tienes cuatro años, eso me parece". La que montó, tú.

Que si qué sabría, que así me iba, que lo que me pasaba es que siempre había sido un burgués, que jamás había arriesgado y que cuánto hacía que no pensaba por mí mismo. "La experiencia vital ha de ser una revolución permanente", me largó, arrimando a Trotsky a su sardina.

Rufo, tras leer el primer párrafo de 'El capital'.

Ojiplático estaba, cuando le oí cerrar su discurso con un "la posibilidad de realizar un sueño es lo que hace la vida interesante". Ah, mangarrián, esa no me la ibas a colar: "Oye, tron, mucho ladrar como si escribieras en mármol, pero bien que lees a Coelho". Ahí sí que se puso rojo de verdad. Había tirado a bulto, pero es que la posibilidad de que una frase con las palabras "sueño" y "alcanzar", "perseguir" o "realizar" sea de Paulo siempre tiende a uno.

Total, que ya lo tenía contra las cuerdas y le iba a soltar que el otro día le pillé escuchando a Luis Miguel cuando llegó La María. "¿Quieres dejar al pobre Rufo tranquilo de una vez?". "Pe-pe-pero si ha empezado él". "Me da igual quién haya empezado, que te estés quieto te digo". "¿Por qué a él no le regañas nunca?". La mirada que me echó se le debe haber clavado a un maorí. Ni repliqué. Me fui del tirón al cojincico de la esquina. El Rufo es ahora el que duerme en el sofá. Las noches que pasa en casa.

* Rufo es un perro que tenemos en acogida temporal. Si te gustan los animalicos con una sólida formación, los tratas con cariño y quieres quedarte con él, hazlo saber.





P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 28 de junio de 2013

Rock apestoso

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Este rabel pide vino
y las cuerdas aguardiente
y el mocito que las toca
mocitas de quince a veinte

Hay años sosotes. 1958, recordarás, fue uno de ellos. Adolfo López Mateos alcanzó la presidencia de México, en Varsovia nació el escritor de ciencia ficción Tomasz Pacynsky y en Bélgica parieron a otro mal hablante de francés, Luc Luycx, que luego diseñaría las monedas de euro con las que rellenas los jarrones de Ming de tu palacio florentino. Un despiporre de temporada.

Ese año, el Congreso de los Estados Unidos organizó una audiencia para debatir la relación entre el rock and roll y la delincuencia juvenil. El típico evento de mediados de diciembre para fundirte el presupuesto antes del nuevo ejercicio. La Casa Blanca, al final de cada año, es un hervidero de llamadas a amiguetes para pedirles que guarden los tickets de gasolina y preguntarles si se acaban de comprar un portatil. Las cosas de ser un organismo autónomo.

Pues bien, entre los reputados especialistas a los que se consultó, se les ocurrió llamar a un conocido intelectual de aquella época a la vez que un amante de las vanguardias artísticas: Frank Sinatra. Allí le preguntaron qué pensaba sobre esas nuevas tonadillas. La Voz se despachó con salero:

Que viene siendo, en una traducción hecha a patadas: "El rock 'n' roll huele a falso. Se canta, toca y escribe en su mayoría por cretinos estúpidos y mediante su reiteración casi imbécil y sus pérfidas, lascivas, de hecho, sucias letras se las arregla para ser la música marcial de cada delincuente patilludo sobre la faz de la tierra"
Si llega a conocer a Los Chichos le da un pasmo, tú.





Bonus track: Frankie, aún se podía empeorar.



P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 21 de junio de 2013

Intelectual

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Una moza murió en Cádiz
y dejó en el testamento
que la entierren boca arriba
con el silabario abierto.

Rufo* se está leyendo Anna Karenina. No para uno de sorprenderse con este perro. El lunes se suscribió a Le Monde diplomatique. El miércoles hizo pis encima de él. "No soporto a estos listillos socialdemócratas", ladró. Ahora también tiene sobre su mesilla La conquista del pan, de Kropotkin, y Dios y el Estado, "del compañero Bakunin". Se los lee en su sillón orejero mientras saborea un scotch traído desde las High Lands escocesas. Este termina oyendo Radio 3 y firmando manifiestos por internet a cuatro patas. Fijo.

Aparte de su firme compromiso, lo cierto es que mantiene ciertas contradicciones que hemos intentado apuntarle. En qué momento. No sabes lo que es discutir con este chucho. Que si teoría y praxis por aquí, que si lucha de contrarios, que si la dialéctica de Hegel...chacho, qué angustia. Ayer, al final, La María me sacó a pasear a mí y lo dejamos hablando solo. Cuando volvimos se había remontado hasta los presocráticos. Cansados ya, le lanzamos un libro de Saramago. Lo devoró en un pispás. Imagínate la digestión que tuvo que pasar el pobre. Para que aprenda. A la próxima le cae uno de Chomsky.

Reflexionando antes de un debate.

En la calle, encima, es un punky. El otro día se puso a hacer pis sobre la pared de un banco y cuando terminó había escrito "La propiedad es un robo". Aproveché el momento para darle un tirón de la correa y que recordara quién manda y quién trae la comida a casa. Pequeños placeres burgueses que se permite uno.

Ahora dice que quiere ir a una asamblea popular y le ha dado por hacer ladridos mudos. Si el tipi no está bien cosido, ladrido mudo; si el taboulé tiene poco perejil, ladrido mudo; si se le acaba el té verde, ladrido mudo. Hace un rato nos ha pedido que le descarguemos -porque a él no le gusta eso de los ordenadores- la discografía de Manu Chao y de Amparanoia, y acaba de colgar un atrapasueños en el salón. Ya no sabemos qué hacer con él. ¿Se te ocurre alguna solución?

* Rufo es nuestro perro y lo tenemos en acogida temporal. Si te gustan los animalicos con una sólida formación, los tratas con cariño y quieres quedarte con él, hazlo saber. 





P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 14 de junio de 2013

Hongos

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Todos los que cantan bien,
cantan bajo tu ventana.
Yo, como canto mal,
estoy contigo en la cama.

Un amigo de un amigo tuvo hongos en el pito. Ejem. Ejem, ejem. Es verdad, no te voy a mentir, no fue un amigo de un amigo. Es un amigo sin más. Te diría el nombre, pero no sabes cómo se pone la gente con lo de la intimidad. No se avergüenza de haber estudiado una carrera de letras y se avergüenza de eso. Vivir para ver.

Lo contó ayer. "Es que tenía una infección en la mandíbula, me puse a soplar antibióticos y, como vi que me iba bajando, pues me emocioné y seguí tomando". "Sí que te bajó, sí", le consoló la Mireia.

La cosa es que, de natural prudente, y como estaba su señora delante (de la que tampoco se puede decir el nombre, porque de la una sacas al otro) no dije nada. Por mis adentros pensaba: "Este se ha ido de pilinguis, fijo". Tú no discurres así porque eres de natural confianzudo y eso es lo que te hace tan buena persona. Yo me puse a buscar por internet en cuanto llegué a casa.

Los médicos, como sabes, se han quedado ya para confirmar los diagnósticos que tú haces mirando en Google. Resulta que, al parecer, sí que pueden pasar esas cosas por exceso de pastillicas. Un punto para el amigo, aunque una cosa no quita la otra. Lo malo de este asunto es que, ya que te pones, te lees los síntomas:
Acné, alergia en ambientes húmedos, alergias a algunos alimentos, alergias a ciertas prendas o joyería de metales, cansancio continuo, cistitis, diarrea constante, dolores de cabeza o migrañas, dolores menstruales fuertes, dolores musculares, dolor o ardor vaginal al tener sexo, estreñimiento, fatiga o debilidad, flujo o picor vaginal, frío en las extremidades del cuerpo, gases en exceso o inflamación de gases en el bajo abdomen, infecciones urinarias, irregularidad o trastornos en la menstruación, irritabilidad o depresión, picores en la piel (especialmente en la noche o después de bañarse en la ducha), problemas con gases digestivos, reacciones de salpullido o manchas en la piel al coger sol, resequedad en la piel, sensitividad a la luz solar, ojos que lagrimean, sabor “a metal” en la boca, sensitividad a los olores de los cigarrillos, perfumes y/o químicos, sinusitis.
Chacho, estudiarte el Apocalipsis te da más paz de espíritu. La mitad de esos síntomas los tengo solo con madrugar. Al llegar a dolores menstruales te quedas un poco sorprendido, la verdad, pero a esas alturas ya estás enganchado y, para cuando lees sinusitis, ya estás moqueando por el tecleado y llorando a lágrima viva. Ahora ando aterrorizado. ¿Tendré una infección vaginal?



La coplilla de arriba se la manda el Villas que, cuando se pone exquisito, no hay quién le gane. Temazo, tú. Mil gracias, mozo.



Besos a tutiplén

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más beso, leñe!

viernes, 7 de junio de 2013

El secreto de Camarón

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Cuando estaremos, mañica
como los pies del Señor:
uno encimica del otro
y un clavico entre los dos

Los esquimales son unos tolais. Con eso de los tipos de blanco, digo, y que si distinguen seiscientos treinta y tres tonalidades distintas y tienen ocho mil doscientos nombres para cada una de ellas. Ja. Mira cómo me río. Ja, ja. Unos amateur es lo que son. Los que chanan de estas cosas son los ingleses.

Allí, en la Gran Bretaña, en los trabajos te dan una fichica para que las rellenes con tus datos personales. Casi la mitad de la hoja la ocupa la pregunta sobre tu grupo étnico y viene con veinte posibilidades. Para que te hagas una idea, si eres cristiano viejo estás en tercer lugar. Te colocan por debajo de "blanco británico" y "blanco irlandés", en "blanco - otros". Blanco roto, vamos. No importa, en realidad, solo te lo digo para que seas tolerante con los que hemos sufrido discriminación racial.

Camarón tenía el síndrome de Michael Jackson. Que era negro, pero que se decoloraba. Con el corazón en la mano, jamás se me había pasado por la cabeza esa posibilidad. Hasta hace una semana, si me hubieran dicho quién ha sido el tío más gitano de España hubiera dicho el Camarón. Bueno, hubiera dicho otra cosa, pero no lo escribo, que tú eres de llamar racista a cualquiera. Tanto me da, luego se lo voy a contar a La María, que esas son las cosas que desatan su escalada de Violencia y Humor y me voy a echar unas risas que te pasas. Un día la tengo que grabar comentando "Mil maneras de morir".

Mi cuñao fue el que me abrió los ojos. "Tienes que ver esto", me dijo. Todavía no doy crédito. Allí estaba Camarón, rompiendo las pistas de baile. ¿Qué le pasó? ¿Cuándo empezó la transformación? ¿Fue un problema de aceptación? ¿Era un gitano atrapado en un cuerpo de negro?

Dejemos esas cuestiones, que quizá no resolvamos nunca, para los eruditos y quedémonos con las palabras de Felix Rodríguez de la Fuente: "No perdimos a un cantante de funk, ganamos a un flamenco".






Y, por supuesto, Camarón está vivo:



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 31 de mayo de 2013

Indignado

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Y a la jota, jota,
que bailan los perros,
levantan la pata
y enseñan los piripiripi (*)

Una ardilla borracha podría recorrer Madrid de punta a punta dando tumbos entre pizzerías 24 horas. A ti, así por lo general, cuando vuelves a casa a las tantas de la mañana lo que te apetece es meterte en la cama o que te den un buen repasito, así que sueles dormir bastante. En la capital, nanay. Aquí, el planazo es llevarte a tu ligue a comer una cuatro quesos. He visto besos en la puerta de esos locales que harían palidecer a los guionistas de un culebrón venezolano.

El caso es que hace cinco años (vamos a por ellos, abuelete) no había ni uno. Tampoco había cubos de botellines a tres euros ni zagalas modernas vistiendo como María Moliner cuando buscaba trabajo en un colegio de monjas, así que tampoco vamos a quejarnos. ¡Ay truhán, lo que te gusta a ti un tobillico mientras te atizas un quinto!

Algo debimos sospechar, de todas maneras, cuando en el bar Sánchez empezaron a llamarle combinado al Larios Cola y te lo sirvió un señor con bigote que no era guardia civil. Se empieza barriendo el suelo y se acaba así.

Por cierto, un aviso a todas las madres de los dueños de las tascas del centro: mientras tú te crees que tu niño está sirviendo lingotazos y limpiándose los mocos en el trapo de secar los vasos, lo mismo él está cogiendo una escoba y probándose una camisa de cuadros chiquiticos. Haz lo que quieras pero eso es catarlo y ¡hala!, modernicto pa to la vida.

Después de este rodeo, te voy a hacer una confesión. A mí, a partir de cierto número de cañas y de vuelta a casa, lo que más me apetece es un donut o una napolitana de chocolate. Es una costumbre que viene de cuando La Dirección y un servidor nos tajábamos semanalmente a base de pisco sour en un bar grimoso de Sevilla y luego necesitábamos azúcar para poder dar un par de pasos con algo de coherencia. Un día te tengo que contar alguna de esas historias.

Pues bien, este post está escrito desde la indignación de no poder comprar ayer un donut de chocolate en un trayecto de media hora andando en el que conté nueve pizzerías abiertas. Nueve. Leñe, que no digo que no haya, pero en algún momento habrá que regular eso, ¿no? Que nos están invadiendo, que no se integran. Ya sabes aquello: primero fueron a por la tortilla de patatas, y yo no dije nada porque no me gustaba la tortilla... Ahí lo dejo. Luego, cuando gana vuestro equipo, bien que os echáis a las calles.





Bonus track: La Dirección se manda un tema de cuando tu abuela era moza casadera que se llama "La vaselina". Muy educativa.



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 24 de mayo de 2013

Voladura controlada

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Doce monjes cartujos
en un convento
veinticuatro pelotas
doce instrumentos

La clínica Dexeus tendría que contratar a La María para los tratamientos de fertilidad. La moza preña por cercanía, tú. Si llega a vivir en el Triásico, los dinosaurios estarían ahora haciéndose arrumacos junto al estanque del parque del Retiro y dando de comer a los dodos.

"¿A qué no sabes quiénes están embarazadas?". El paso del tiempo le ha permitido depurar su técnica y ahora ya lo hace de dos en dos. Te diría los nombres de las mozas, pero te iba a dar igual porque no las conoces, no te las vas a cruzar durante los próximos tres años y del segundo no me acuerdo porque estaba concentrado en batir el récord mundial de palpitaciones por segundo. Si me ponen a desactivar una bomba con los ojos vendados hubiera estado más sereno.

Aún así, a medio camino entre el ataque de pánico y el infarto masivo, pude deslizar mi frase recurrente: "¡Qué guay, ¿no?!". Como siga haciendo estas asociaciones, un día se me va a escapar en un entierro, verás tú.

Bien, esto me lo contó el martes. El sábado había nacido el Bruno, nuestro nuevo sobrino. Solo lo he visto en fotos y da mejor en cámara que el Richard Gere. Además, también se pasa el día con el culo al aire, así que es su relevo natural, pero, aparte de lo guapísimo y maravillosísimo que es, también es un dedo que señala. Pequeño maleducado. Ve sumando.

Al resultado, añádele que el domingo es el cumpleaños de La María. Su lozanía es evidente y cualquiera en sus cabales sabe que tiene todo el tiempo del mundo. Sin embargo, tú que miras en el interior de las personas, fíjate en sus ojos la próxima vez que la veas. No tiene pupilas, tiene relojes. Además, cada vez que pasa por mi lado susurra "tic, tac" y ha colgado un póster en casa con un bebé enfundado en un pañuelo palestino quemando una foto de Malthus.

Necesito que me eches un capote. Anda, enróllate y remárcale lo jovencísima que es cuando la felicites. Haz hincapié, no te cortes. Y, de paso, si lo sabes, haz el favor de decirme qué cable hay que cortar, que yo los veo todos rojos.



La primera canción sin una sola rima y que estira las vocales más que Serrat sujetando una taza de café Tazilla, pero es redonda para hoy. Va por ti, Bruno; y por ti, La María, para cuando cumplas los 16. Besos a jarretás pa los dos.



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 17 de mayo de 2013

Mejoras

Queridos queridísimos y queridas queridísimas,

Veinticinco mujeres,
cincuenta tetas.
Si las cuentas tres veces,
ciento cincuenta. (*)

Un altar tenían que ponerle al tipo que le echó sal a la mantequilla. Hay gente así, que trabaja sobre algo extraordinario hasta convertirlo en insuperable. Cada bocado es una ruleta rusa de bypass, de acuerdo, pero ¿no te gusta pasearte por el lado salvaje de la vida?

Estamos subidos a hombros de gigantes y a cada paso vamos mejorando la generación anterior. Dejando a un lado, claro, que los jóvenes de ahora no son cómo los de antes, que se pasan la vida jugando a la play, que a saber qué les enseñan en el colegio y que los tomates ya no saben a tomates. Aparte de eso, cof, cof, si tienes dudas sobre el progreso, déjame decirte solo tres cosas: gorra con ventilador,guardamonedas con correa para bañarte en la playa y baticao.

Igual te lo puedes tomar a chufla, pero si haces una lista de cosas que te han hecho la vida más fácil, o más feliz, dime si ibas a situar por encima de esas la teoría de la relatividad o el descubrimiento de la doble hélice del ADN. Pues eso, que a ver si empezamos a poner a cada uno donde le corresponde.

El lugar de la mantequilla con sal, sin duda, tendría que estar entre los cinco primeros. Si tienes en cuenta que la mantequilla a secas se colocará en torno al cincuenta, el salto es de aúpa. Lo sorprendente, en cualquier caso, es cuando el número uno encuentra a la pareja perfecta y su potencial salta a la estratosfera. Entonces se vuelve inalcanzable. Como Juan con Junior o Lance Amstrong con la EPO.

El otro día volvió. Como cada año, como las golondrinas de Bécquer, como la canción de Gardel. Después de seis meses, se abrieron los cielos y apareció. Ahí estaba. Radiante, hermoso, victorioso. El tirante. Qué visión. ¡Ah, pero si solo hubiera sido eso! No era un tirante cualquiera, no, era un tirante en bicicleta. ¡Oh, maravilla de las maravillas echarle sal a la mantequilla! Y ahí, cuando piensas que la vida no te puede dar nada más, justo en ese momento, la calle se empezó a inclinar.

Nota: La María, de verdad que no dejé de pensar en ti ni por un momento. De todas maneras, ya si eso voy preparando la sabanas por el sofá. O casi mejor ahueco el felpudo, ¿no?



¿Acaso no huele a verano?



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 10 de mayo de 2013

Franceses

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Si ves a Tontucio pasar,
pídete otra, so tarambana,
que vuelve a este blog a cantar,
con ganas de parrandear.

Le he hecho un francés a los titos. Dicho así, igual te suena fuerte, pero a ver qué nombre le pondrías tú. Te acuerdas de lo de Bonaparte, ¿no? Es ese señor que sale en las fotos rascándose el ombligo. Hace unos 200 años, como sabes, el tipo firmó un tratado con Godoy para pasar por España e invadir Portugal.

- A la vuelta te invito a un cocidito en La Bola, le comentó Napoleón.
- Deje, deje, que le voy a llevar yo a uno que conoce mi primo.
- La Bola he dicho.
- La mejor elección, sin duda. Buen gusto tiene usted. ¿Hasta cuándo se queda?

Primerísimo primer plano de la ceja levantada de Napo.

De pimeras, la invasión iba hasta bien. Tú te quedas con el país y a mí me dejas abrir el bar hasta tarde. Ne pas de probleme. Hasta que se pusieron tontitos y empezaron a exigir cocinar con mantequilla. Por ahí sí que no. Los pucheros no se tocan, que nos quieren robar nuestra cultura. "No se integran, no se integran", se empezó a rumorear por las tabernas. Ya sabes cómo acabó la cosa.

"Titos, me voy pa Londres, ¿me acogéis una semana?". El juego aquí es adivinar quién hace de Godoy. "Cohonudo, sobri, quédate el tiempo que quieras". El zoom de la cámara casi me da en el ojo, tú. Hasta que llamé a La María.

"¿Ya tiés piso o qué?". Ese tono, oye. Es que oía el ruido de mi ceja mientras se me caía a los pies. "Mamarracho". ¿No notas un vientecillo helado en el espinazo? Si se llega a hacer cargo ella de la campaña rusa, en San Petersburgo estaban ahora comiendo lechazo al horno. Bueno, ahora no, que esta es la época en la que todos en nuestra casa, por el sistema de voto de calidad, hemos decidido ponernos a dieta. Recuérdame que escriba un post sobre 1001 formas deliciosas de aborrecer las acelgas.

A lo que iba. Un mes y medio estuve en casa de los titos, tú. A las tres semanas ya me levantaba y decía bonjour.  La penúltima solo compraba baguettes y en la última empecé a usar la mantequilla. Cuando el último día aparecí con "El último tango en París", convinimos en que iba siendo hora de mudarse.

Llevas razón, igual no fue un francés lo que les hice.

Agradecimientos infinitos: este post no hubiera sido posible sin los titos. Mil gracias. Una vez más, estoy en deuda con vosotros, así que prometo no contarle a nadie donde escondes la Cuore, tita, ni cuál es la canción de Amaral con la que más lloras, tito.



Esta de arriba va pa los titos, por supuesto, que cuando no hay palabras suficientes para agradecer, siempre quedan las canciones (espero que la letra no hable de mantequilla). La de abajo hay que verla en youtube, que ya son ganas de molestar, pero quería que la disfrutaras y no la encuentro de otra manera. Si la localizas, estoy encantado de cambiarla para que se vea aquí.



Besos a tutiplén

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 8 de febrero de 2013

Números

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Allá va la despedida
la que echó el gato a la gata
que al bajar las escaleras
le metió la quinta pata

Londres tiene más de siete mil pubs. El dato es de las respuestas de Yahoo!, así que tampoco te vayas a jugar los cuartos en "Saber y ganar", pero para hacerte una idea ya te vale. Habrá a quien le parezca mucho, claro, pero los números solo cogen vidilla al cruzarlos con otros. Como cuando comparas los viajes al Caribe de un político con los palés de ladrillos colocados por un constructor, para que me entiendas.

A lo que iba. Londres acoge, por sobre poco más o menos, a unos ocho millones de almas. Bien, vamos a quitar a un millón entre menores de catorce años y tristes de toda condición. Deja de contar con los dedos: tocamos a mil personas por pub.

Reflexiona. Sigue reflexionando. Oooom. Normal, te estás acordando de Galeano:
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.
Los titos, una vez más, me han acogido en su casa. No se lo cuentes, pero tenemos un objetivo que ellos aún no saben. Tres meses por delante, 90 días, y 7.000 pubs. No hace falta que te diga más, ¿no? y convendrás en que es una tarea hercúlea. Por eso hay que concentrar los esfuerzos y los refuerzos.

Sobre los esfuerzos, si te parece bien -y siempre con el permiso de La Dirección y de La María- nos vamos a dar un tiempo. No es por ti, es por mi, que me cuesta mucho trabajo escribir con las manos llenas de pintas. Una vez cumplida la misión, ¡¡¡la canción del viernes!!! volverá por sus fueros. Allá por mayo. Por ahora, se inicia este doloroso proceso de recopilación de información, qué se le va a hacer. Sobre los refuerzos, qué te voy a contar. Ya sabes dónde estamos.

Hasta pronto, queridas y queridos.
¡Salud!


P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: La coplilla la ha mandado el tito Andrés, que no ha podido acertar más. Mil gracias, mozo. Aquí tienes un trozín de letra para que te hagas una idea.

Why he's gone home cold sober to his darling wife
He walks in the kitchen, she says you're early Bill dear
But then he breaks down and tells her the pub's got no beer

Que viene a decir, en traducción chapucera:

Y el viejo Billy, el herrero, por primera vez en su vida
vuelve sobrio a casa, con su esposa querida
Entra a la cocina y le dice: llegas pronto, cariño
Entonces se derrumba y confiesa que en el pub no queda cerveza.

Ahí queda eso.

P.P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 1 de febrero de 2013

Vidas salvajes

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Los besos que tú me das,
te juro que no los siento.
Tú me besas en la oreja
y soy sordo de nacimiento.

Cuando me hablan de vidas salvajes, bostezo. Para ser más exacto, me entran ganas de echar una cabezadita. La culpa no te creas que es mía, hasta ahí podíamos llegar. La culpa es de Paulov.

Pavlov era el señor aquel del condicionamiento clásico, tú sabes. El fulano este, aparte de estudios, tenía un perro. Un día decidió trastornar un poco al animalico y se dedicó a tocarle una campana cada vez que le daba de comer. Al cabo de un tiempo, solo con darle al timbre, el chucho salivaba. Natural. Hubiera molado hacer el experimento con un pirbul, ¿eh, Pavlovito?

Lo que te decía, que me he pasado tantos años mirando cara a cara al peligro, que ahora solo de escucharlo me entra modorra. Keith Richards, Jim Morrison, Sid Vicious, Amy Winehouse, Chiquetete, vuestras vidas no impresionan lo más mínimo.

Ante el peligro más brutal, me baja la tensión, el pulso y el ritmo corporal. Sí, las mejores siestas de mi vida me las he pegado viendo documentales del Serengueti. Por cada ñu, diez minutos de planchar la oreja. Con leopardo, veinte. Puro placer y, además, educativo. Qué cantidad de cosas se aprenden sobre naturaleza viendo a los leones pastar.





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 25 de enero de 2013

Residencia de verano

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Si Jesús murió en la cruz
con tres clavos solamente
cómo no muere tu prima
que la clavan tantas veces

La María y un servidor vamos a comprarnos un terruño en el fondo del mar. Ella todavía no lo sabe, pero verás lo contenta que se va a poner cuando se entere. Es que se quiere mudar a una casa más grande. "Como una reina decías que me ibas a tener, ¿eh?", me suelta cada vez que me ve, antes de arrearme un pescozón.

El otro día se puso sus guantes de cabritilla, sacó sus espejuelos y ordenó: "A ver, muéstrame alguna de esas páginas de las que habla la clase media cuando buscan aposentos". Así que me metí en Idealista. "¿Idealista? ¿Estos no serán de la logia esa del 15M, no?". Chacho, prefiero que me invite a cenar Hannibal Lecter que otra mirada de esas por encima de las antiparras. No era lo que buscaba, no.

"¿Luxury Homes?", aventuré. "¿Perdón? Es de ese tipo de gente que usa expresiones como alto standing?" (Solo para que conste, las cursivas no son mías. Hay palabras que ella pronuncia así, como Dolce & Gabbana, Gucci o Armani. A Polo Ralph Lauren y Tommy Hilfiger, además, la vez que las usó les bajó el tamaño de fuente. Si te digo la verdad, la única que enuncia casi sin acento es Chanel).

"Anda, que no vales para nada" y me apartó de un cogotazo. "Castillos Loira" tecleó en el Google. "Resuelto, compra uno de estos". "Pe...pe...pe...pero...". Mirada.

¿Tú te hubieras atrevido a sacar el extracto del banco? Desde luego, no puedo presentarme con las manos vacías -le partiría el corazón y, además, todavía estoy convaleciente de la última vez-, pero he encontrado la solución perfecta. Nos vamos a hacer Señores del Océano Pacífico. Ahí es nada. Oye, que te lo agencias por 39,98 euros. No es coña. Bien de espacio, marco incomparable y, sobre todo, tenemos la foto de nuestra boda para las tarjetas.

Lord Bert y Lady Lamaría, pa servirles.





Besos a tutiplén

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 18 de enero de 2013

Cuescos

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Una vieja se comió
veinte kilos de judías
y a la noche parecía
un cañón de artillería

El cuesco silencioso es el más peligroso. Hará de esto unos dos o tres años, en un bar de la paradisíaca costa murciana. Igual te lo he contado ya (cof, cof, gargaj.) y, si no, seguro que te imaginas aquello: surfistas, cocoteros, jet set y huertanas ligericas de atuendo. Lo predecible.

Los titos y La María habíamos pasado el día, como solemos, departiendo sobre filosofía helenística y decidimos continuar la charla en una disco-bodega. Como estaba aquello de juventud, tú. Ni que regalaran alpargatas.

Dos mozas jóvenes, apretaícas, se interponían entre mi menda lerenda y su cubalibre. ¿Sabes lo que marca la diferencia entre el éxito y el fracaso? Yo tampoco, pero estoy por decir que un silencio espeso. Chacho, ¿has echao alguna vez una gota de Fairy en una sartén con grasa? El otro día volví y se ha quedado el rodal.

La vida pasa y a veces pierde uno el control. Por mero divertimento, sin necesidad, te emborrachas de gloria. La visita no era más trascendente. Un grupo de amigos fingiendo hacer actividades culturales.

Las cuevas de El Soplao tienen más años que un gallo con espolones, hace un frío de temblores y están abarrotás de pinchos de piedra colgando del techo. La parte final del recorrido la reservan para la joya de la corona: la sala de la Ópera. El nombre le viene porque es muy coqueta, los pinchos esos parecen tubos de órgano y la acústica es fetén. Sublime aquello, tú. Como la fabada que nos habíamos apretado a mediodía.

Una advertencia: los abrigos largos, en este caso, no funcionan como las mantas. Estoy por ofrecerme a la Comunidad de Madrid como unidad especial antidisturbios, mira lo que te digo.

Todo este tiempo de secreto bien guardado, como losa de mármol me pesaba. Hasta que me he topado con Quevedo, haciendo elogio de las múltiples descargas. ¿No serás, me he cuestionado, tan necio, ignorante, pazguato, de querer enmendarle la plana a tan noble literato?. Olvídome pues del recato y que a la luz pública dé risas, no quebrantos.

La voz del ojo, que llamamos pedo
(ruiseñor de los putos), detenida,
da muerte a la salud más presumida,
y el propio preste Juan le tiene miedo.

Mas pronunciada con el labio acedo
y con pujo sonoro despedida,
con pullas y con risa da la vida,
y con puf y con asco siendo quedo.

Cágome en el blasón de los monarcas
que se precian, cercados de tudescos,
de dar la vida y dispensar las Parcas.

Pues en el tribunal de su gregüescos,
con aflojar y comprimir las arcas,
cualquier culo lo hace con dos cuescos.




La Fátima se ha mandado la coplilla de arriba. Querida, siento que el tema del post de hoy no haga justicia al pedazo de tema, pero así hace más contraste. Gracias mil.



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 11 de enero de 2013

De compras en la disco

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Tápame, tápame, tápame,
tápame, tápame que tengo frío
cómo quieres que te tape
si yo no soy tu marido (*)

La María me llevó el otro día de compras a una discoteca. A ver, es una tienda, pero parece aquello el Studio 54. La cosa es de lo más moderna. Según llegas hay un mozo en la puerta que te saluda como si fueras su primo Paco al que lleva tres años sin ver porque creía que había muerto en el Congo. La madre de los turrones El Almendro parecería castellana a su lado, mira lo que te digo. Casi le pregunto por el resto de la familia.

El chaval, por cierto, te recibe sin camiseta pero con un chaleco puesto. Ni muy arreglado ni muy informal, la combinación perfecta para las suaves temperaturas del invierno madrileño.

Una vez subidas las escaleras, entras en un mundo de oscuridad. No es metáfora, empiezas a moverte tanteando los muros vaya a ser que te estampes los morros contra un pito de escayola de alguna de las estatuas que le dan al lugar su savoir faire. La diferencia entre los nuevos clientes y los antiguos es que los primeros somos unos pusilánimes: todos a cuatro patas siguiendo el zócalo de la pared. Los veteranos se orientan sin problemas con el rebote en los tabiques de la música chunda chunda.

En estas que te llega otro joven para ver si necesitas algo. Miro hacia arriba, porque me saca una cabeza (y que conste que tuve una buena alimentación y que en el cine veo aunque se me siente un niño delante), y me quedo pensativo. Empiezo a sospechar que La María no ha ido a por un regalo para su cuñado, la verdad.

Total, que le pide una camisa y el tipo coge un walkie y suelta algo como "charlie, alfa, tango, ¿me recibes? ¿Tenemos una prenda tal y cual talla pascual y demás?". Entonces se pira y vuelve a los cinco minutos. Llega el drama:

- "Lo siento mucho. Se nos ha acabado. No volverá a ocurrir".

Palabrita que puso una cara que me partió el alma. Como si se le hubiera muerto su primo Paco delante de sus ojos. Iba a darle un abrazo para consolarlo cuando me apartó de un codazo La María: "Quita, que ya me encargo yo". Al cabo de tres cuartos de hora logré arrancarla de sus garras y se decidió por otra camisa.

El día de Reyes, el cuñao recibió el regalo. Bien de hombros, bien de sisa, bien de mangas y, leñe, que no le cierra en la barriga. Las hermanas se cruzaron una mirada de esas que van escribiendo en el aire: "quémevasacontaramísiestoesloquetenemos". Por echar un cable comenté: "Igual por eso el portero iba despechetado". Jodo, tú, La María ni giró la cabeza: "¿El turrón también acampa en el cerebro?". Chacho, estoy por irme al Congo con el primo Paco.



Una de zagales sin camiseta:



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!
 
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