viernes, 30 de diciembre de 2011

¡Feliz 2012!

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Y a la pequeña abeja le llamaron Maya,
la traviesa y dulce abeja Maya.
Maya vuela sin cesar
en su mundo sin maldad.

El mundo se va al garete. Otra vez. El año 1999 ya lo pasamos en un ay. Por aquel entonces, por ejemplo, alguno nos enteramos de que Paco Rabanne no era una colonia, sino un señor chiflado. Este mocetón predijo que a mediados de agosto, coincidiendo con un eclipse, la estación MIR se iba a dar un castañazo contra París y así comenzaría la destrucción total.

En principio, que a una estación espacial rusa de cuando la guerra fría se le rompa la junta de la trócola, caiga en barrena y monte un cristo suena a, con perdón, una mierda de catástrofe. Con eso no te hacían una peli ni en la era de Reagan.

En final, que el acabóse del planeta comience en París en lugar de Estados Unidos, como es tradición, ¿te sugiere la nacionalidad del agorero?. El día que me ponga a predecir la destrucción de la Tierra va a comenzar con Piturda pegándole fuego a unos cartones en frente de Furnieles. Si no sabes de que te hablo, a ver si en lugar de ir tanto a Bali conoces algo más Jaén, Paraíso Interior.

Con lo de Rabanne hubo un grupete la mar de simpático que se concentró a desayunar a la puerta de su local a las 12:23, un minuto después de la hora prevista de cierre de la existencia. "Merde a l'apocalypse", se llamaban.

Los mayas también pusieron fecha al fin del mundo, al parecer. El 22 de diciembre de 2012. Acuérdate de ponerte calzoncillos limpios. Igual nos podíamos juntar la próxima Navidad a celebrar otro ágape en la Riviera Maya. Ve pensando un nombre. Mientras tanto, sólo te deseo un año en el que disfutes de la carne: la propia y la ajena. Como si la vida no se acabara nunca. ¡Feliz 2012!

Nota importante: Hasta aquí, ¡¡¡la canción del viernes!!! de esta semana. Ahora espera un segundo, que me tengo que poner el jersey de cuello vuelto y dejarme crecer la barba. La gente de Diario Jaén sí que está en un ay, porque desde la dirección (no la de este blog) les han dicho que van a caer como chinches a lo largo de este año. Nos piden que visitemos su blog y dejemos un comentario de ánimo. Podéis hacerlo, si estáis de acuerdo, aquí: DJAENlucha. Aprovecho para darle un abrazo y mucho ánimo a aquel sector del periódico que, de verdad, está peleando y luchando por lo suyo y por lo de sus compas. Al resto le deseo lo mismo que al apocalipsis. Y perdona mi francés. ¡Salud!





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 23 de diciembre de 2011

Christmas

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

En el portal de Belén
han abierto una taberna
el tito Andrés tié la llave
y la tita nunca cierra

El Dios del Antiguo Testamento era un guasón. He escrito esta frase solo por el lujo de poner mayúsculas como si estuviera en Forocoches, pero ya voy a seguir el hilo. Estamos hablando de un tipo que, por una apuesta con Satanás, se dedicó a embromar un poco a Job. Unas minucias, en realidad: un poco de sarna por aquí, un repudio de su mujer por allá, unos hijos muertos por acullá. Como si pones a Charles Manson a dirigir Inocente, Inocente.

Job se ganó el título de santo gracias a eso. Eran tiempos aquellos en que tanto las divinidades como los santos se vestían por los pies. Ahora tenemos a Steve Jobs que, te pongas como te pongas, luce menos en el cabecero de la cama. La verdad es que la blandenguería ya se veía venir desde el Nuevo Testamento.

Ponte en materia, con tu chato de vino leyendo sobre plagas, ciudades devastadas y pueblos enteros pasados por la piedra. Guapo, ¿eh?, que no has terminado y ya estás deseando que saquen la segunda parte. "El Evangelio" se llama. A ver, no sabes de qué va, pero la empiezas con ilusión. Pues mira lo que te digo: poco muerto se ve ahí. Y, además resucita. Leñe, que es como si estás viendo Seven y en la escena del final en la caja hay una tarta.

La tercera sí que lo peta. El Apocalipsis es otra cosa. Ahí se ve que en la productora se pusieron serios y montaron la de Dios. Chacho, es empezar a sonar las trompetas de Jericó y ponersete la carne de gallina. No te la cuento por si le quieres echar un ojo.

Esta mañana han sonado todos los instrumentos de viento de la historia de la humanidad en mi cabeza. El miércoles llegaron los titos Andrés y Endur y ayer tocaba cena. Quizá los recordaréis de otras apariciones, así que está todo dicho. Un día voy a poner su foto aquí para que no os acerquéis a ellos.

Solo quería desearte mucha paz, mucho amor y mucha felicidad para estas fiestas, pero mira lo que hacen las malas compañías en los cerebros humanos. Si es que sacan lo peor de uno. No sé qué decirte. Ojalá tengas la suerte de estar rodeado de mala gente estas Navidades.

¡Felices fiestas!



La María ha sugerido, con muy buen criterio, la pieza de arriba, que es de su David. Cómo negárselo. La de abajo se explica por sí sola.



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
p.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 16 de diciembre de 2011

El día que me miró Nacho Vegas

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Cuando me parió mi madre
yo acababa de nacer
y a los quice días justos
ya tenía medio mes (*)

Ese jueves los hombres caían del cielo. No te pongas en modo vicio, que te conozco. El 24 de octubre, después de siete meses de altibajos, la Bolsa de Nueva York hizo crack. Era 1929 y muchos millonarios apagaron su puro, dejaron la chistera sobre la mesita de noche y saltaron por la ventana de sus rascacielos. El martes siguiente las cotizaciones hicieron catacrock. El resto, ¡Jeróooonimo!, fue lo de la Gran Depresión y esas cosas.

Yo oigo Gran Depresión y se me aparece Nacho Vegas ipso facto. ¿Te lo imaginas riendo? Debe transmitir la misma paz que el Joker. Un momento, que te lo presento:


Aquí Nacho Vegas, en el papel de Joaquín Reyes.

Ayer me debió mirar Mr Vegas de camino para la faena. En cuestión de una hora me dieron un discurso sobre la crisis y sobre mi trabajo que casi me creía Steve Jobs. Chacho, poco más e invento el Iphone6 así sobre la marcha (el 5 es que lo está desarrollando Guardiola en los descansos de los partidos). Tú, que tienes mundo, ya sabes lo que pasa hoy cuando sumas crisis y trabajo en una misma frase, ¿no?

Por una vez en la vida, tenía una bala en la recámara y yo he visto muchas pelis de Clint:
"Ya sé lo que estás pensando: “¿he disparado seis o sólo cinco veces?” La verdad, con todo este ajetreo yo también he perdido la cuenta, pero dado que esta pistola es una Magnum 44, el arma más poderosa del mundo, que puede volarte la cabeza de un tiro, sólo tienes que responderte a ti mismo: “¿es mi día de suerte?”
Diez minutos después, estaba llamando a otro curro. Era casi mío. Once minutos después comprobé que había disparado seis veces.

Nacho Vegas no sólo me había mirado, pa mí que hasta sonreía. Como tengo vértigo, en vez de saltar, me fui a casa. La María llegó pronto, me echó un ojo y me llevó al bar. ¿Tú qué miras?, le dijo al Nacho. La que se lió. En un par de horas le habíamos borrado la sonrisita de la cara. A caña limpia.



Esta semana han llegado unas cuantas sugerencias. El Miguel se ha desmarcado con un poco de tontipop. Quien diría de este señor con esos pelos que le iban a gustar esas cosas. En fin, a los raros también hay que quererlos. Además, me regaló un par de libros de coplillas que todavía no han aparecido por aquí, pero que lo harán. Así que gracias por partida doble:



La Olga se pone la peineta y la mantilla, que le iban a quedar la mar de bien, y se manda esto. Esta también es rara que te pasas, pero muy querible. Otro millón de gracias. Se te va a echar de menos



Actualización: La María me acaba de pasar esto, que viene que ni pintado. Hoy es día de abundancia. Bajad el volumen:



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos leñe!

viernes, 9 de diciembre de 2011

Compras navideñas

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Ya viene relampagueando
y el lucero no aparece.
Acábame de querer,
porque aquí nos amanece (*)

Ni marquesado ni gaitas. Al final hemos decidido que no nos compramos el título aquel del que te hablamos. Te recuerdo, que sé que andas con la memoria a la virulé después de esta semana de solaz. Venía todo porque una señora de alta alcurnia se lamentó por la tele de lo difícil que era mantener su mansión.

La María y yo, conmocionados, pensamos en hacernos con el chabolo. Estamos constreñidos por el pensamiento único nos dijinos: ¿Por qué no empezamos a ayudar al que más tiene, eh? Al fin y al cabo, quien no tiene ya estará acostumbrado, ¿no?

Pues no ha podido ser. Hemos ido esta semana a ver el palacete ese y ni te imaginas cómo huele a laca. Parece el Liceu de Barcelona. Así que, aprovechando que llega la Navidad, vamos a regalarnos La Castellana, que viste mucho. "¿Te imaginas que la cortamos cuando nos dé la gana?", dijo La María. "Eso, eso, como si hubiera un desfile o un partido de fútbol", me entusiasmé. El día de la reinauguración me voy a poner un uniforme con el número 10 a la espalda para pasearme.

"No se hable más", concluyó mi señora cogiendo la tarjeta de El Corte Inglés, que creo que te hacen un 5% y ella es muy echá palante para eso de comprar con descuento. ¡Que ilusión nos hace ser propietarios de una arteria principal de la capital!

En lo que no habíamos caído es en todo el papeleo que hay que hacer con los inquilinos. Hemos decidido que no vamos a arreglar nada que se rompa para que así se vayan yendo solos. "Oye, que no me funciona el jacuzzi del ático", nos llamarán. Nosotros como el que oye llover. Clap, clap, clap, chapotearan sus quejas en la hondonada que antes ocupaba nuestro corazón.

En fin, problemas menores dentro de un mundo de posibilidades. Ya te contaremos cómo nos va. Por el momento, ya hemos puesto el alumbrado navideño. Está que da gloria verla. El nombre igual se lo cambiamos y le ponemos La Burgalesa y el Jiennense, que para eso es nuestra. Puedes pasarte cuando quieras. Esta Navidad regala ilusiones: regala una calle.






Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 2 de diciembre de 2011

Anarquistas de salón

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Asómate a la ventana
y echa medio cuerpo afuera
después echa el otro medio
verás que viaje te pegas.

Henry Clay Frick era un mamón que te pasas. El tipo controlaba el acero y el carbón y no había quien le tosiera. Cof, cof. Para que te hagas una idea, despidió a todos los obreros de sus minas para contratarlos de nuevo bajándoles el sueldo. Como a finales del XIX todavía había gente a la que le sentaban mal esas cosas, se plantaron. La negociación de Frick fue a balazos, así que imagínate el resultado. Le pusieron una multa. Ahora quéjate de tu jefe.

Emma Goldman era todo un carácter. Nació en Lituania y a los 15 años su padre le dijo que ya era hora de sentar la cabeza y casarse. La moza le dijo que tururú, pajarito y se dio el piro a los Estates. Allí empezó a liarla por su cuenta y la entrullaron por apoyar a su pareja en el intento de darle el pasaporte al amigo Frick.

Pues bien, la Goldman esta, que se pasó media vida entrando y saliendo del talego, tiene una de las mejores frases que se hayan pronunciado desde que el primer sapiens sapiens le pegó una pedrada al cacique de su tribu porque no le dejaba comer más mamut.

Querida Géminis, querido Virgo, aquí va la reflexión del fin de semana: "Si no puedo bailar, tu revolución no me interesa". Esta sí que era una auténtica anarquista de salón.



Un vídeo trabajado para una letra rompedora:



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 25 de noviembre de 2011

Compromiso

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Desde que te vi persignarte,
mis ojos fueron testigos.
Quién te pudiera besar
donde dices enemigos (*)

Los centros de poder son muy de metáforas. Tú vas a un congreso de gente importante y todo son imágenes y parábolas, así como muy abstracto. Me refiero a aquellas en que dejan entrar a los pelanas, no al Club Bildeberg ni al escondite del Dr. No. Debe ser para que no les pidan cuartos.

Una de esas imágenes que gusta mucho es la que explica los matices entre implicación y compromiso en una empresa. Un segundo, que me pongo el traje de las palabras definitivas: "¿Sabéis -dice el ponente de turno- la diferencia entre ambas?". Pausa dramática. "Cuando desayunas, por ejemplo, unos huevos fritos con bacon -continúa-, la gallina está implicada; el cerdo está comprometido". El auditorio plas, plas, plas y tú pensando que alguien quiere convertirte en guarro.

Como en estos encuentros también gustan mucho los proverbios chinos y demás aromas orientales, voy a tirar de la lengua mandarina: ¿sabías que en China tienen la misma palabra para decir "me he leído un libro de autoayuda empresarial" y "vaya turra te voy a dar"? Eso sin tener en cuenta que, al menos en mi pueblo, la comida de la mañana es la única que va sin colesterol de serie. Cerdo y enfermo. Gracias.

A lo que venía todo esto, criaturita, es a que tienes por delante un hermoso fin de semana. ¿Eres de implicarte o de comprometerte? Y, sobre todo, ¿eres de los que dan hasta la última gota?

Venga, a coro:





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D: ¡Más besos, leñe!

viernes, 18 de noviembre de 2011

Peregrinación

Queridos queridísimos y queridas queridísimas,

El corzo saltó la cerca
para comer las lechugas;
quíen poseyera sus ancas
para alcanzar tus pechugas. (*)

La Meca queda a 7.488 kilómetros de casa. Lo pone el Google, posible candidato a canonización civil después de Steve Jobs y Guardiola. ¿Hay algún lugar mejor que Google para vivir? Si hubiera un lugar donde hicieras pis y no se te cayera la gotita en el calzoncillo, ese sería Google. Está el tercero en la lista porque los otros dos pretendientes a la santidad ni siquiera hacen pis. En especial, el primero.

Pues bien, si quisiera ir andando hasta La Meca desde la puerta de mi casa, tendría que dar un pequeño rodeo y sumar otros 600 kilómetros más a los siete mil y pico de ir en coche. Total, 43 días y 6 horas andando, según esta gente de Silicon Valley. Si haces la media te salen a unos 190 kilómetros por jornada, así que nada de pararte a mirar escaparates.

Hay peregrinaciones físicas y las hay sentimentales. La Agustina, en Sevilla, te ponía las patatas fritas con las manos. Las sacaba de un barreño azul de los de recoger la ropa y te las servía por un ventanuco junto con un filete empanado. El típico sitio para quedar bien. Antes de esto había estado el Montana, en Jaén, en aquellos tiempos lejanos en que los menores bebían y fumaban en los bares. Palabrita del niño Jesús, que seguro que también estaba por allí.

Después de eso llegó el Savarín. El Savarín era, y espero que siga siendo, el mejor bar de Huelva. Si la guía Michelin hiciera honor a su nombre, le pondría las tres estrellas que indican que "merece el desvío". Salsa, grasa y fritanga a partes iguales dentro de un bollo de pan. Insuperable. De no ser por este local, de hecho, a saber qué sentido tendría Huelva en la geografía andaluza. Dios escribe recto pero con renglones torcidos. Cuento esto para que veas lo despreciables que somos los advenedizos.

Yo, que como con las manos, y ni siquiera me las lavo; que me chupo los dedos al zampar langostinos, que hago sopas sin parar y que, cuando voy a sitios finos, me limpio con el mantel. Yo, que he sido tantas veces vil, como diría Pessoa, voy a una conferencia de Adriá dentro de unas horas. Qué quieres que te diga: cada cual tiene su meca. A la mía se llega en metro.







Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 11 de noviembre de 2011

36

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Me llevaste a los Desmayos
haciéndote la inocente
me sacaste veinte duros
como si fuera un cliente.

Hegel estiró la pata hace 180 años. El chico tenía los 61 cuando una epidemia de cólera le hizo dejar el tabaco de golpe. Hasta entonces le dio tiempo a ser un referente de la metafísica, influir a Marx, Nietzsche, Heidegger, Kierkegaard y Sartre, entre otros. Era un crack para animar las fiestas, sí.

En verdad, no la fregó exactamente hoy, sino un 14 de noviembre. Dentro de tres días, como el que dice. Esta fecha, sin apenas importancia para ti, a mí me marcó. Casi un siglo y medio después me trajeron al mundo. Lo puedes ver como una metáfora de que la Naturaleza es capaz de lo mejor y de lo peor. Efectivamente, yo no le he amargado la adolescencia a millones de estudiantes.

Este lunes cumplo la edad de Cristo si es que hubiera llegado a los 36. Como los cumpleaños son momento de hacer balance me congratula bastante haber dejado atrás la etapa de la crucifixión, la verdad. Igual mi mensaje llega a menos gente, pero con que me leas tú y pueda comer kikos, ya me llega.

A ver cómo te diría esto. Cada uno tiene sus cosas y una de las mías es que me feliciten por mi cumpleaños. Puedes hacerlo por cualquier medio que se te ocurra y, si bien es cierto que tengo capricho de un viaje en plan colonialista, me vale con una llamada, un mail, un comentario en este blog o un modesto palacio en la medina de Marrakech. Elige lo que prefieras y date prisa, que no vale repetir.

Nota: Hoy pinchda La Dirección, que se lo ha ganado y que, por cierto,además de dirigir este blog tiene el suyo propio con el subtítulo: "Esta me la chupo yo". No sé que más decir al respecto. Si te gusta chupártela, este es tu sitio: Atlético Festivo






Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 4 de noviembre de 2011

Sin fuste

Queridas queridisimas y queridos queridísmos,

Con mujer de mala fama
no se debe andar de noche,
por eso es aconsejable
no andar y llevarla en coche. (*)

Uno es presa de sus contradicciones. Toda una vida de lucha y entrega para acabar cayendo como un mendrugo en la primera tentación. Era miércoles, llovía en la capital y volvía de un fin de semana largo e intenso en Granada. Me acerqué a la barra, miré al camarero como sólo sabemos hacer los que hemos visto todas las películas de Clint Eastwood y le espeté: "Una sin". Tanto ver Harry el Sucio y, a la hora de la verdad, lo que te deja poso son Los puentes de Madison.

Un tropezón lo tiene cualquiera, me dije justo antes de pedirme otra. Por alguna razón quería darle una oportunidad a lo nuestro. El botellín lucía como si fuera la propia Meryl Streep:
- No quiero necesitarte.
- ¿Por qué?
- ¿Por qué? Porque no puedo beberte
¿Sabías que los chinos tienen la misma palabra para "sin" y para "esto no hay quien se lo trague"? La María, en cambio, tiene dos para nombrar ese bebedizo: "sin fuste" y "sin gracia". Preso de despecho, arrojé la bebida contra la triste imagen que me devolvía el espejo del bar. "Póngame un vino blanco, a ver si se me quita este sabor". Dos me tuve que tomar. Mano de santo.

Me acordé de un cura de de Jaén que en sus clases de Religión dicen que decía cosas como: "El pecado es como la 'sin', que al principio no te gusta, pero si la pruebas te acaba gustando". En realidad, la comparación era mucho más escatológica. Sólo tienes que sustituir la palabra 'sin' por otra y te saldrá la frase exacta. Seguro que puedes hacerlo. Empieza por "m". No me gustaría que me invitará a comer ese señor, la verdad.

El caso es que la teoría hace aguas. He probado la 'sin'. No me gusta. La he vuelto a probar: sigo sin poder con ella. Pecar ya es harina de otro costal y hay pecados hay que saben a gloria bendita.Como las cañas y como las malas compañías. Qué te voy a contar que no sepas. ¿Te hace una cervecita?





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: La Dirección llamó el viernes pasado. Dice que la canción de la Mari Carmen del otro día no es de La Pegatina, sino de unos notas de Huelva. Estuvo hablando con La María, que fue la que cogió el teléfono y le contó un árbol genealógico plagado de apodos que ahora mismo me siento incapaz de descifrar. Si alguien tiene información al respecto, será bienvenida.
P.P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 28 de octubre de 2011

Construcciones

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Tú no lo sabes,
tú no lo sabes,
tu hijo es el último
en salir de todas las raves

Los grandes son capaces de reconocer el arte en cuanto lo ven. Un día, Steven Spielberg volvió a casa después de amasar la fortuna de la jornada, se puso las pantuflas, se abrió una cerveza y se sentó en el sofá. Ring, ring. Pasando de cogerlo. Ring, ring. "Jodo ya... ¿dígame?". "Steven, que soy yo, de la Universal, que hemos denunciado a unos tipos por hacer un remake de E.T. sin permiso".

No sabes tú cómo se pone el mozo con esas cosas. Los Oscars volaban por los aires y se estampaban contra los Globos de Oro. Sólo faltaba por allí una niña con un abriguico rojo. Hasta que llegó a sus manos. "El ete y el oto" sí que es de otro planeta. La grabaron los Hermanos Calatrava en su época de apogeo y cuenta la leyenda urbana que Spielberg la vio y decidió dejarlo correr.


Los Hermanos Calatrava, lo recordarás, era un dúo formado por el feo, clavaíto a Mick Jagger, y el que, por contraste, llamaron el guapo. El tiempo, una vez más, puso las cosas en su sitio y a este último terminaron llamándole el menos feo. Bien que hicieron, porque el guapo, guapo de verdad es Santiago.

Santiago Calatrava es un arquitecto español. Sé que lo sabías, pero es que este blog permanecerá cuando hayan recortado por completo el presupuesto de Educación. Calatrava, además, es ingeniero. Y no estudió en cualquier sitio, no, que lo hizo en Zurich. Calatrava, además, es Premio Príncipe de Asturias de las Artes, que es un premio que dan en Oviedo a la gente que sale mucho en la tele ese año. Calatrava, además, es Premio Nacional de Arquitectura. Calatrava, ay, Calatrava sí que es para echarse unas risas.

Calatrava construye unos puentes la mar de primorosos. En Bilbao, por ejemplo se montó uno muy mono. "Cristal", se dijo, "le voy a poner bien de cristal". Aquello se rompe con una frecuencia preocupante, pero qué hermosura. Más dará. Aparte, cuando llueve resbala como palabra de padre en oído adolescente. ¿Y? Tampoco llueve tanto en Bilbao.

Con esta experiencia, es normal que le encargaran un puente sobre el Gran Canal de Venecia. "Haznos algo sencillo, como a ti te gusta", le dijeron. Y el tío se puso pin, pan, pin, pan: venga mezcla por aquí, masilla por allá. Tres veces más de lo presupuestado ha costado la pasarela. Será por billetes. Lo mejor es que se cae.

A base de echarle hormigón, o lo que sea que se use para hacer puentes, pesa tela marinera y corre serio riesgo de irse al garete. No es coña. ¿Tú te imaginas al alcalde de tu pueblo negándose a inaugurar una charca manque sea? Pues el de Venecia ha dicho que pasa de inaugurar el puente, que bastante tiene ya con que se le hunda la ciudad.

Los puentes de verdad no necesitan adornos. Los puentes de verdad son hermosos en sí mismos. Los puentes de verdad sirven para ir de un lado a otro. Los puentes fetén están hechos de cervezas, de tapas, de música, de baile y de buenas compañías. Los puentes fetén, Santiago, empiezan un viernes y terminan un martes. ¡A gozarlo, criaturitas!





Besos a tutiplén

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 21 de octubre de 2011

Cortejos

Queridas queridísmas y queridos queridísimos,

En tu vida te enamores
de mozo que no ha rondado,
que el que no ronda de mozo
ronda después de casado. (*)

El baile se inventó para arrimar cebolleta. Empezamos casi como si fuera un juego, cuando andábamos pintando las paredes de las cuevas. Tú has visto los dibujicos de Altamira, ¿no? Bueno, por fotos, que ahora deben estar todo el día fregando aquello y no te dejan que lo pises. Nos lo pasábamos pipa allí, con las manos llenas de ocre.

Te explico cómo funcionaba aquello. Vivíamos entonces mezclados los unos con las otras y por la mañana nos reuníamos para ver qué comíamos. "Mamut", decíamos entusiasmados. Tampoco había mucho donde elegir, no te creas. Una vez dijo uno que ensalada de tomate y no sabes el garrotazo que le arreamos. ¿Tomate? ¿En invierno? En fin.

Bueno, el proceso era que dibujábamos un mamut y después salíamos y lo cazábamos, así como lo lees. La de veces que les dije: "Oye, ¿y si dibujamos ya el asado sobre la mesa y nos quedamos aquí echando un trivial?". Ni caso me hacían, que estos eran de comérselo crudo y con las manos.

Lo del baile lo inventamos por algo parecido. Las mozas entonces es que eran de un brusco que ni te cuento. Imagínate, con esa dieta. El color de los labios se lo daban con sangre de oso cavernario, no digo más.

Como nos daba miedo acercarnos así por las buenas, empezamos a rondarlas con disimulo. Que si te digo un requiebro por aquí, que una zalamería por allá... nos pasábamos la vida en un ay. Al Adolfo, que se columpió un poco, le dieron un sopapo que le llegó la cabeza al Pleistoceno. Hasta que descubrimos que con un poco de meneíto lo podíamos arreglar todo.

Dicen que éramos muy de pensamiento mágico entonces, pero hacíamos ecuaciones y todo. Funcionaba tal que así: si pinto un mamut, salgo de la cueva y lo cazo, entonces, si me marco un baile, me meto en la cueva y despeja la X. Hoy rondáis a las mozas con el guasap y qué quieres que te diga, no es lo mismo. Llámame clásico.

Los años fueron pasando y me había olvidado ya del baile del cortejo cuando me mudé a la capital y observé al David V. Villas en acción. Te aseguro que es para ponerle la música de Félix Rodríguez de la Fuente. El tipo levanta los brazos y sabes que va a darlo todo. ¿Has visto el baile de Zorba el Griego? Hazte a la idea de que Anthony Quinn todavía se hubiera podido apretar otro par más de lingotazos y ahí tienes la estampa.

Ahora viene la aproximación. A saltitos se va acercando a la zagala mientras se cimbrea y emite un ruido parecido a un zumbido. Con este sonido envolvente comienza a rodearla e insiste e insiste. Palabrita del niño Jesús que le he visto ligar así. Digo más: un servidor se lo hizo a La María y mira cómo acabó la cosa.

Esta semana he encontrado esto y no lo podía guardar para mí. De verdad que si no lo veo no lo creo. Es, exactamente, el baile que aprendí del maestro. Miles de años de evolución se condensan aquí. Practica, que este fin de semana duermes en compañía:



Para que ensayes más, aquí va la coplilla entera:



Si todo ha ido como debe, ya puedes pasar a la tercera base:



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
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viernes, 14 de octubre de 2011

Whiskerías

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Tengo el cuerpo lleno de coplas,
que parece un avispero.
Se pegan unas con otras,
por ver cual sale primero. (*)

Sólo he entrado una vez a un whiskería. Te diría que iba achispado y me llevaron pero, como no me vas a creer, te confieso que fui solo y a comprar tabaco. Se empieza fumando y se termina en un club de alterne, ya ves.

La verdad es que me planté allí sin saber lo que era. Acababa de llegar de provincias y no tenía ni idea. Al club este le acababan de dar unos días de permiso en Cuéntame. Mucho terciopelo, mucho color rojo, una barra acolchada y tres señoras detrás de un escote que se me quedaron mirando en cuanto pasé la cortina.

"¿Tenéis tabaco?". Oye, como el que va a la farmacia y pide una caja de ibuprofeno, otra de tiritas, algodón, un cepillo de dientes y sale sin condones. Me fui de allí con una caja de Winston, que es lo que se fuma en esos sitios.

El otro día volvía con la María de echar unas cañas cuando lo oímos por la calle: "¿Tú sabes lo que es una whiskería?". Eran un par de zagales roneando a una zagala, que ya me dirás si esas son formas, pero no todo el mundo puede ser Arturo Fernández. La moza, segura de sí, les contestó: "Pues claro". Ya tendría sus buenos veinte años, no te creas: "Es un bar donde te ponen whiskys de malta"... La María casi le estampa una carcajada en la cara, no te digo más. Yo me limité a encenderme otro Winston, el tabaco de la gente elegante.





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 7 de octubre de 2011

Movilidad social

Queridas queridisimas y queridos queridísimos,

Desde Coruña a Almería
cada casa tiene dueña
la Invisible tiene muchas
toda la ciudadanía (La Casa Invisible por verdiales)

La María y yo estamos pensando en comprarnos un marquesado. A decir verdad, a mí me hacía más ilusión un ducado, pero ahí la moza andó fina: "Anda, ya, nos vamos a gastar el dinero en algo que se vende en los estancos". Oye, cuando la gente tiene razón, hay que dársela. Todo empezó con una cena.

Es uno de esos días que no tienes ganas de ir a comprar y abres la nevera y sólo tienes una langosta, media cebolla, un tomate y un poco de mantequilla. "Pues la hago a la thermidor y no me caliento más la cabeza", me dije. La sencillez es algo que se tiene o no se tiene. Total, que ahí estábamos comiendo con las manos, como la gente del pueblo, y filosofando.

La María es que se toma un vino y lo mismo te habla de Kant que de David Bowie. ¿Has pensado sobre la influencia de Hegel en la toma de postura crítica frente al modelo de producción actual? Nosotros, de continuo. Fue entonces cuando, al parecer, nos sentamos sobre el mando a distancia. Nos quedamos mirando perplejos, porque no sabíamos que teníamos televisión, de tan poco que la vemos. Qué digo poco, nada. De hecho, ni sé por qué la tenemos, si ni la miramos. Ná de ná. En fin, qué sería la vida sin sorpresas y sin reírse de las desgracias ajenas.

"Bueno, ya que estamos, pon La Dos, a ver si echan alguna de Kieslowsky o de Lars von Trier y nos echamos unas risas", comenté. Algo le debía pasar al aparato, porque no había manera de cambiar de cadena. Venga a buscar canales culturales y que nada, oye. Sí, terminamos viendo un programa de esos de meterse en las casas y cotillear si están limpias y si bajan la tapa del váter. Este era sobre la nobleza.

Chacho, casi acabamos llorando mientras repelábamos las pinzas de nuestro crustáceo. La aristocracia tiene un sinfín de apreturas. "Mi vida sería mucho más sencilla sin esta casa", apuntaba una señora mientras dos mujeres detrás pulían la plata. La María levantaba la vista hacia el cielo y se preguntaba por qué mientras que un servidor intentaba tranquilizarla. No había modo.

"Mira tú, la pobre", gimoteaba y gimoteaba hasta que también a mí se me cayó el alma a los pies. Tuve que dejar la copa de borgoña y todo sobre el aparador. La Revolución Francesa, la de Octubre y ahora esto. ¿Qué más quieres, pueblo?

Es la hora de ofrecerse. Por lo pronto, ya me he comprado un batín, dos perros marca beagle, una chimenea y una escopeta de caza. La María, por su parte, va a lucir aún más señora con los herretes de diamantes que hemos encargado y los nuevos trapitos de Roberto Torreta. Llevamos toda la semana ensayando y tenías que ver como alzamos la mirada y arrugamos la nariz.

Señora marquesa, cuando usted quiera, nosotros nos hacemos cargo del chabolo. Por cierto, a ver si aprende a bajar la tapa al salir del baño, que ya le vale.





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 30 de septiembre de 2011

Pesos y medidas

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Vino que del cielo vino,
vino con tanto primor,
que al hombre, sin saber letras,
lo hizo predicador. (*)

Hay que echarle valor. Te presentas en la Academia Francesa de las Ciencias y sueltas: "Un año llevo currándome esto, lo vais a flipar". Entonces plantas una barra de metal encima de la mesa. Los científicos que te miran ojipláticos y tú: "Va a ser una nueva unidad de medida, que se va a llamar metro, y que va a usar todo el mundo". Y allí la peña con la bata blanca dándose codazos y sacándose cosas de los bolsillos.

"Espera, espera que yo tengo aquí una moneda de un franco, que se va a llamar redondel y que se va a usar para medir todas las circunferencias del mundo". Y otro: "Un momento, un momento, que voy a presentar un pañuelo, que se va a llamar blanco inmaculado y lo vamos a emplear para medir todos los tonos de color del mundo".  Pelusas, llaves, tickets del super... unas risas.

Lo de los pesos fue por el estilo. "Hala, tengo aquí un cilindro metálico que se va a llamar kilogramo y tira millas". Que sí, Françoise, que sí.

Antes de seguir, mira en tu interior y piensa en las reuniones a las que vas. Ahora quítale el powerpoint y dime que tienes mucho más que una barra de metal. No me bajes la mirada, que es viernes, anda.

Hay tardes que caen por su propio peso. Ayer, sin ir más lejos, que me dijo un compañero de tomar una caña al salir del trabajo. "Vale, una y nos vamos". Siempre encuentra uno la horma de su zapato. Nos pedimos la última media docena de veces. Luego me llamó La María. Que qué haces, que no te da vergüenza, que yo aquí esperándote en el bar. Total, que me fui a cumplir con mi señora. Otras cuantas cañas para que no se creyera que la hacía de menos.

Al final vuelve uno a casa casi flotando, liviano. Al despertar, curioso, la cabeza pesa y pesa. En estos momentos, con la historia como testigo, es el momento de preguntarse: "¿Dónde estaba la medida cuando tanto la necesité?".



Esta de arriba es un clasicazo que se ha mandado el tito Andrés. Mil gracias.



Besos a tutiplén.

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viernes, 23 de septiembre de 2011

Duelos

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

En La Rioja no hay tranvías,
tampoco tenemos metro,
pero tenemos un vino
que resucita a los muertos. (*)

Las manchas del honor se lavan con sangre. Eso lo sabe cualquier criaturita que haya pisado una escuela. El patio del colegio, o el callejón de detrás, siempre fueron los sitios indicados para estos tejemanejes. "Te espero en el callejón" era la frase que marcaba el antes y el después de una tunda de categoría.

Uno, es decir yo, siempre fue cobarde hasta la náusea y huyó de estos enfrentamientos como de un libro de Paulo Coelho, dándole a su honor un aspecto bastante astroso, para qué vamos a engañarnos -entendedme, estaba llamado a escribir este blog-. Por eso quise ver la película.

Los duelistas es un film de Ridley Scott en el que por un quítame allá esas pajas los protagonistas se lían a mandobles en un suspiro (y el que dice pajas, dice polvos, aunque todos sepamos la de años que median entre ambos). Esto pasa allá por los tiempos de Napoleón, entre campaña y campaña por la dominación mundial. Chacho, qué de castañas se dan. Me la recomendó el Pedro el otro día, un zagal que lo mismo hace reiki que acupuntura, e igual te da un masaje que te organiza un trekking por los Pirimeos. No sé tú, pero yo le suelo hacer caso a la gente que tiene la cabeza llena de pájaros (¿no oyes el pío pío, Pedro?).

La impresión fue de órdago. Tanto que fue terminar y, sin pensármelo dos veces, me arrojé a la calle con la María, vestido con mi pijama y un cazo por montera para ventilar viejos agravios escolares. La María, de más está decirlo, iba como acostumbra: elegante sin estridencias. Para esta contienda eligió vestido de raso blanco y cuello de barco con drapeados en el busto. La nota de color la daba un tocado sutil de gasa color borgoña combinado con unos manolos etéreos que dibujaban el aire mientras realzaban su estilizada figura.

La terraza del bar, como siempre, estaba llena y nosotros, además, habíamos quedado con unos cuantos amigos. Si has estado en la capital sabrás que es más fácil encontrar el Santo Grial que lugar al relente en una bodega. Grandes crisis nerviosas se han fraguado en el intento.

Al principio, fingiendo indolencia, quedamos a la espera de un lugar donde acomodarnos, mientras que, para mis adentros, me preguntaba que haría Arturo Pérez-Reverte en una situación así. Ya me estaba remangando la camisa y preparando unos cuantos improperios de los gruesos cuando se levantó una pareja.

En Madrid, uno pierde la inocencia provinciana a la par que la educación. Como un chacal sobre su presa, cogí a mi dama de la mano y, después de pasar por encima de dos mesas, empujar a tres grupos y adelantarnos a otra pareja, nos sentamos como los señores que somos, contemplando al tendido. Estaba crecido, gensanta, y era capaz de conseguir cualquier cosa. Las miradas de odio se cernían sobre mí y me alimentaban como si fuera portugués y entrenador de fútbol. Entonces, ocurrió.

Una bestia parda se acercó a pedirme explicaciones por mi comportamiento. Era un ser colosal, casi mitológico. El fenotipo clásico del matón de colegio. La terraza, atestada de gente, nos observaba. Siglos habían tardado en encontrar una mesa, pero por fin disfrutaban de un espectáculo acorde a su esfuerzo. Esa era la mía y, con toda la voz que había callado durante décadas de humillación, espeté: "Espérame en el callejón".

El ogro aquel, seguro de su victoria, no se lo pensó dos veces y abandonó su lugar en busca de la zona indicada. Conforme se perdió de vista, juntamos las dos mesas e invitamos a los amigotes a acompañarnos. El troll aquel volvió, claro, pero ante ocho se es menos valiente que ante un esquife como yo. El honor, ya sabes, es como la virginidad. Una vez que lo pierdes se te abre todo un mundo de posibilidades. ¡Salud!





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!

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viernes, 16 de septiembre de 2011

Una temporada para silbar

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Dime dónde vas, morena,
dime dónde vas, salada,
dime dónde vas, morena,
a las dos de la mañana.

No cocina, pero tampoco muerde. ¿Es un perro? ¿Un político retirado? No. Es un ama de llaves que se ofrece en un anuncio por palabras. Con esas palabras. Mil quinientas millas más allá hay un viudo con tres hijos que batalla cada día con los fogones para ofrecer a su prole un rancho infecto. Incapaz de hacer un huevo frito ni de pelar una patata. En fin, un hombre de principios del siglo XX. ¿Te acuerdas de aquello?

No teníamos entonces tanto sifón ni tanta esferificación y ni siquiera nos lavábamos los dientes a diario. Ni siquiera nos lavábamos, de hecho, y bien lozanos que estábamos. No como ahora, que los jóvenes no tenéis respeto, Witiza, ni educación, Witérico, cof cof, ni siquiera sabéis pescar truchas con mosca, Ataulfo, y os creéis que nacen en bandejas de plástico, Amalarico. Antes era otra cosa y respetábamos a nuestros mayores, Wamba, y eramos capaces de salpicar una conversación con doctas referencias a los reyes godos, por ejemplo, pero qué vais a saber vosotros, que sois un hatajo de desgarramantas, que ni para colgaros los abrigos encima servís. Lo único en lo que pensáis es...

Perdona, que se ha escapado otra vez el cascarrabias del lunes. Vuelvo. ¿Por qué alguien que necesita que le cocinen contrata a alguien que no sabe cocinar? Pues no sé si la vida será así, pero la literatura, seguro. ¿Qué pasa que te ha dado hoy por las preguntitas? Vale, pues tengo una para ti. Si no os aguantabais, ¿por qué os despertasteis en la misma cama? Hala, ya tienes material para la reflexión.

Criaturitas, tampoco es cuestión de pasarse el fin de semana entero bebiendo y bailando, ¿no? En un rato muerto que tengas, acércate a la biblioteca, o a la librería, y hazte con "Una temporada para silbar", de Iván Doig. Recomendado después de leer solo un capítulo, como si fuera un crítico de verdad. Placer sin resaca. Ponte otra.





Besos a tutiplén.

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viernes, 9 de septiembre de 2011

Indiscreción

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Chipirrisqui chirrisqui botera,
quiero cantar una jota,
Y chipirrisqui chirrisqui botera.
Una jota castellana,
una jota comunera.

El Manuel nació en Huelva, pero podía haberlo hecho en el Siglo de Oro. Quizá te parezca raro mezclar espacio y tiempo, pero ya sabemos que Huelva es eterna. Resulta que el hombre no para de tener hallazgos lingüísticos y encuentros intempestivos. De lo primero ya hablaremos en otra ocasión. Vayamos a lo segundo. Esto quizá no se debería contar, de hecho sobra el quizá, pero qué le vamos a hacer, el periodismo se construye a base de deslealtades y algo tendría que aprovecharme de la carrera.

El fin de semana pasado se dejó caer por aquí. Este hombre tiene el punto ralentí, que tú no te das cuenta de que te estás alicatando porque vas al tran tran, hasta que quieres ponerte en pie y averiguas que no tienes batería. Aún así, llegamos a la Puerta del Sol, por aquello de hacerle un homenaje a los del 15-Más. Cada cual tiene sus cosas y hay algunas que es mejor hacer solo, así que nos dejó con una lata de cerveza en la mano a la María y a mí.

Los minutos corrían y corrían hasta que volvió. "No sabéis lo que me ha pasao". Esto, que todos conocemos como pregunta retórica, en el Manuel siempre promete. "Estaba tan tranquilo haciendo pis y he oído una voz. Miro y no hay nadie". Le eché un vistazo a su mano como al descuido, por si sostenía algún machete. "Ajá, ajá, y ¿qué te ha dicho?", le pregunté mientras me inquiría a mi vez dónde demonios está la policía cuando no hay concentraciones.

"Oye, no mees ahí, es lo que me ha dicho". La verdad es que, comparado con "mata a tu amigo", me relajó bastante. "¿Y qué has hecho?". "Seguir, ¿qué iba a hacer?" (y todavía hay quien confía en la marcha atrás). "Pero he vuelto a oir la voz". Jodo, a vigilarle las manos de nuevo. "¿Y?". "Otra vez: 'oye, que no mees ahí". Si Lou Reed llega a tener esos delirios nos hubiéramos perdido el "Transformer", pero a saber los váteres que tendríamos.

Luego resultó que estaba en sus cabales. El hombre, apurado, no había aguantado mucho. Dobló una esquina, se sacó la chorra y se puso a la materia. Esto, que cualquier onubense puede hacer en su pueblo sin problema, tiene ciertas peculiaridades si lo haces a cien metros del kilómetro cero. Sobre todo, si no se te ocurre otro sitio que a la espalda de la sede de la Comunidad de Madrid. La voz era de un telefonillo, sí, vía vigilante pegado a un monitor pero, de todas maneras, pa mí que lo del Manuel no fue una urgencia, fue un artículo de opinión.

(Pepe, te he cambiado el nombre para que conserves el anonimato, espero que me disculpes)





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
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viernes, 2 de septiembre de 2011

Jerarquías

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Hasta que el pueblo las canta,
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo
ya nadie sabe el autor ("Cualquiera canta un cantar")

Te dejan un rato jugar en la plaza y ya te crees que es tuya. Criaturita. Luego llegan los mayores, se ponen serios y a ver quién les dice que no tienes sueño. Lo que te pasa es que confundiste libertad con libertinaje, te pensaste que todo el monte era orégano y así tenías a tu madre, siempre dispuesta a coger la puerta e irse. Cualquier día hace una locura.
Las jerarquías están para algo. Está feo, pero pongamos de ejemplo este blog. Aquí, La Dirección manda mucho, pero claro, este cuadernillo es él mismo y su circunstancia. Su circunstancia se llama La María y ayer me pasó una coplilla: "Toma, esto es para 'La canción del viernes".
La escuché y me dije: "Nones". La escuché y la escuché, no te creas, y no había manera. "Que no", me gritaban mi adentros. ¿Tú has visto a La María enfurecida? El Katrina parece una brisa primaveral a su lado. Es como Jiménez Losantos después un par de cafés viendo el informativo de La Sexta.
Así que valoré mis posibilidades y decidí que protestaba, pero que después tenía que volver a casa. Reflexioné y flexioné. Los demócratas de toda la vida sabemos a quién obedecer.



Para que La Dirección no se queje, aquí va otra coplilla que me puso el otro día. La semana que viene sólo pongo rocanrol, que lo sepáis:



Bonus track. ¿Se puede uno reir más?



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
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viernes, 26 de agosto de 2011

Reciclaje

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

San Sebastián tiene cosas
que no tiene el mundo entero
tiene playa, tiene Igueldo
y el mejor puerto pesquero

"Vente pa San Sebastián, que es la Semana Grande". Es La Dirección, que siempre está haciendo planes de estudio y recogimiento. Seis horas de autobús son para pensárselas, que no tiene ya uno el cuerpo mochilero y es más de pádel y Ritz. A pesar de todo, corazón indómito, me alargué hasta allí.
Cuando ya empezaba a pensar qué ventajas adaptativas puede tener en nuestra sociedad el adquirir forma de cuatro, llegó el trasto ese a la estación. "Nos vamos a ver a Reincidentes", me dicen a bocajarro. Para quienes no lo sepáis, es un grupo de Sevilla de cuando la adolescencia. Algunos hemos seguido creciendo por el pasar inexorable de las horas y los días. Ellos no, pero vamos a dejar ese tema.
Allí que estamos en una plaza viendo a los susodichos cuando dice el Patxi (palabrita que se llamaba así): "Vamos a comernos un bokata de kalamares (N. del T.: en euskera en el original)". Ahí empecé a plantearme si en vez del Alsa había cogido el Socibus. Casi saco la caña rociera.
El caso es que hacíamos parada y fonda en un pueblete de Guipuzcoa. No sabes tú como son los vascos... y las vacas. Ahí te topas de frente con la realidad. Íbamos subiendo una cuesta parecida a la del monte Calvario, bastante ajumaos, cuando vemos una máquina expendedora. Tú, que tienes mundo, las habrás visto de Coca Cola, de agua, de patatas, incluso de helados. Pues bien, ¿sabes de qué las tienen allí? De leche fresca. Como lo oyes. Pones tu cacharrico y te sueltan un litro. Pues espera, que eso es solo el principio. Todavía queda La Gran Prueba.
Cuando te pones todo concienciado, ¿cuántos contenedores de reciclaje eres capaz de distinguir? Ya te digo yo: vidrio, papel y envases. Pues atento a lo que teníamos en la casa. Aparte de esos, que son para principiantes, estaba el de las gallinas, que se comen lo que tu no quieres; el del compost, que se come lo que no quieren las gallinas; el de basura-basura, que te cabe en la palma de la mano; y el de tu cerebro, que no te sirve para nada ante esa sobreabundancia de oferta. Y aquí es cuando viene La Pregunta: ¿qué se hace con el papelito de las madalenas?* Por si acaso, me lo he traído a Madrid.






Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
*P.P.D.: Pili, lo que me he acordao de ti y de "Mejorcita de lo mío" con aquello del papel albal (Actualización y fe de autoría, no vayamos a liarla: esto del plagio descarado a amigos o amigas, ¿también se puede llamar homenaje? Lo dicho, Pili, va por ti y por lo que nos hiciste reir con esa frase de Mejorcita). Por cierto, pa quienes no lo sepáis, va a ir ahora a Barcelona con esa (magnífica) obra. No se la perdáis.
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 19 de agosto de 2011

Fútbol moderno

Queridas queridísmas y queridos queridísmos,

Walk on, walk on with hope in your heart,
and you'll never walk alone,
you'll never walk alone.
Walk on, walk on with hope in your heart,
and you'll never walk alone,
you'll never walk alone. (*)

El fúmbol moderno nació en una taberna. Otro día con más tiempo te lo cuento, si no te importa. Algo que se gesta en un bar, por definición, no puede ser malo. Bueno, igual concibes a un Paulo Coelho, pero Él, ¡oh, Fortuna!, es único. En cualquier caso el acto en sí hubiera sido hermoso (y pelín guarrete también, criaturita).
En aquellos tiempos pretéritos ni siquiera sabían qué era la gomina, para que te hagas una idea de cómo ha cambiado la cosa. También jugábamos arrejuntando y cosiendo retales de tela que cogíamos por ahí, pero hoy no te voy a dar la brasa con eso.
A mí, la verdad, lo del furgol se me fue pasando y, para mediados de este siglo, ya se me empezó a hacer un tanto insufrible. Hasta que llegaron ellos.
El Unión Club Ceares es un equipo de Gijón. El año pasado quedaron decimoquintos en la liga de Tercera División. Y mira qué cosas dicen:

Diez razones para amar al UC Ceares:
1.- Por la megafonía del campo suena Slade a todo volumen.
2.- En el aparcamiento de la Cruz no hay Audis ni Mercedes sino Lambrettas, Nortons y 4 latas.
3.- Son el equipo con la ropa más chula y vintage de la categoría.
4.- Entonan el himno del equipo como si fueran los Cockney Rejets y no Plácido Domingo.
5.- Llevan bufandas de tartan a lo Rod Steward.
6.- En su cantina puedes ver al guitarrista de un grupo de hardcore compartiendo cervezas con un jubilado del Hogar del Productor.
7.- Sus partidos duran lo mismo que los buenos conciertos.
8.- Adoran a los jugadores con patillas y bigotes y no a los que van con gomina.
9.- Anteponen el corazón a la cartera
10.- Ganen o pierdan siempre celebran que estuvieron allí.

No sé tú, pero yo estoy a puntito de hacerme socio.





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 12 de agosto de 2011

Pueblos medievales

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Debajo del delantal
tienes el titirimundi
y un poquito más abajo
qui tollis pecata mundi

¿Te costó trabajo aprender latín en el cole? Me acuerdo de cuando lo trajeron los romanos. Acostumbrábamos por aquel entonces a manejarnos en tartésico por mi pueblo y bien que nos entendíamos, pero ya sabéis como son los imperios. Hasta los rótulos de las tiendas tuvimos que cambiar. Hala, todos con el modelo lingüístico A.
El colegio se puso que daba miedo. Te ponían así en filica, uno al lado de otro, y te empezaban a preguntar: "A ver: dativo de rosa rosae". Y tú, que no habías visto más que jaramagos en tu vida, temblabas como un tracio.
Claro que todo no iba a ser malo y, quieras que no, algo se aprende. El latinajo de la coplilla de inicio, por ejemplo, que viene siendo "que quitas el pecado del mundo". Es de misa, ya sabes. "Agnus Dei, qui tollis pecata mundi", como el que dice "Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo". Muy útil, ya veis, pero Huelva tampoco sirve para nada y ahí sigue.
Hasta hace dos días, las misas eran todas en latín. De hecho, en Madrid, en el barrio de Salamanca, todavía hay una iglesia en que las celebran así. Es un feudo tradicional del comunismo ese vencindario.
A lo que iba, que tengo que avanzar un poco en el tiempo o no llegamos. (Elipsis temporal). Para latines e iglesias, la Edad Media es un must. También para enfermedades fulminantes, guerras, destrucción e inmundicia, pero la memoria, en su benevolencia, nos ha dejado una estampa bucólica de vida tranquila y sencilla. Tururú. Hazme caso que todavía me recuerdo de aquello: si ahora te da miedo ir al dentista, tenías que ver a los de entonces.
Este verano nos hemos recorrido la María y un servidor lo menos una docena de pueblos medievales y ¿sabes una cosa? Son todos iguales. ¿Dónde compraban estas gentes las torres de campanario, los recodos con encanto, los adoquines o los callejones sin salida? Mucho templario y mucha gaita, pero pa mí que los Rosacruces era una multinacional del mueble.



¿En que estaría pensando si he visto (y comido) tapas en un estado que no te crerías? He visto chiringuitos clavando más allá de Benidorm, he visto guiris enrojecer en la Costa del Sol, cerca de Torremolinos. Todos esos momentos se perderán como la vergüenza en Salou. Es hora de trabajar.
Sí, majetes y majetas, se acabaron las vacaciones y ahora toca Madrid. ¿Cómo puede ser que no haya puesto esto nunca?



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 29 de julio de 2011

Lo que de verdad importa

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Si en el sexto no hay perdón
ni en el séptimo rebaja
ya puede nuestro Señor
llenar el cielo de paja (¡Candeal forever!)

Cierra los ojos. Busca dos puntos alejados entre sí en tu cabeza y traza una línea imaginaria. Una vez más estás realizando tu repaso semanal por la lírica universal, ¿a que sí? Los viernes son muy de placeres intelectuales.
Esa línea va desde Homero y Virgilio hasta Machado, pasando por Petrarca y Shakespeare, por lo menos. Los poetas, natural, han desmenuzado las pasiones humanas y han intentado hallar respuesta a las grandes preguntas de la vida: ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, blablabla. Además, cómo no, le han cantado a los temas eternos: el amor, la muerte, el odio, los celos, la venganza y así.
Si eres honesto, o si aprobaste Matemáticas (antes de la ESO), sabrás que las rectas son infinitas. Esta que nos ocupa, por tanto, llega a nuestros días e incluso los superará.
Freud, me pareció entender, distinguía entre pulsiones primarias o secundarias -me puedes corregir, que mis conocimientos del psicoanálisis son similares a los de David Güiza (o Belén Esteban, para que me entiendas)-. Las pulsiones primarias son las de vida y las de muerte, mucho más conocidas por su nombre artístico: Eros y Tánatos. Las secundarias son como de chichinabo, las que no tienen que ver con las necesidades básicas, tú sabes.
Freud no sabía ni donde tenía la mano derecha, y que me perdone Woody Allen. Tuvo que pasar un siglo para que un poeta, un visionario, entrara como una flecha en nuestro cerebro límbico, allí donde campan a sus anchas nuestras emociones, donde desaparece la educación y sólo existe el instinto de supervivencia para cantarle a lo único que de verdad importa en la vida:

Puedo privarme de ir a París,
y nunca mas ver un striptís.
Puedo privarme de los caprichos del corazón.
Pero el sabor de andar por el Grau,
yo no me privo de esa ilusión.
Nadie me quita mis vacaciones en Castellón (bis)

Sí, criatura, hoy sólo hay una gran pregunta por resolver: ¿cómo será de inmenso el atasco a la salida de Madrid?


La María A. (no confundir con la María a secas) se ha mandado este temazo de arriba, que podría eclipsar una salida de Curro Romero por la puerta grande de La Maestranza. Va por ti, querida. Mil gracias.



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡¡¡la canción del viernes!!! se va de vacaciones otra vez. Volverá cuando regrese. Disfrutad y sed felices, queridas y queridos.
P.P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 22 de julio de 2011

¿Vives en un barrio moderno?

Queridas queridísmas y queridos queridísimos,

Esta noche llego tarde
que el asno se me perdió
si oyes pisadas de burro
no te asustes que soy yo

La mayoría sois de provincias, como si lo viera. En provincias no hay barrios modernos: tienes el barrio a secas, el polígono, la zona bien y el bar de los macarras. Las grandes capitales, por el contrario, siempre tienen una zona 'cool', donde ya nadie dice 'cool', porque está 'out'. Pongamos pues que es muy 'coral', como diría Perlita. ¿No tienes ni idea de quién es Perlita?:
a) no tengo hijos
b) no vivo con la María

Los barrios modernos tienen un local de decoración vanguardista en cada manzana donde no sabes qué se despacha. A veces pueden darse hasta dos o tres y no pueden faltar los cuadros, la música dance y las revistas de tendencias. ¿Qué son?:
a) Una galería de arte
b) Una discoteca
c) Una peluquería

Los perros son de primeras marcas. Una primera marca, para serlo, no sólo ha de ser cara: también ha de ser nueva y aceptada por la comunidad. ¿Quién se acuerda hoy de los vaqueros Charro o la ropa Privata?. Si eres un moderno tendrás:
a) Un pastor alemán (venga, va, esta no la cojáis que hasta me ha dado risa escribirla)
b) Un cocker
c) Un carlino (corrección: una pareja de carlinos)

Los pobladores de los barrios modernos se pasan la vida en los bares. La sensación es que jamás dan un palo al agua, pero lo que ocurre es que tienen una sensibilidad exquisita y han de compartirla. No vale cualquier bar. ¿Servilletas y cáscaras de gambas en el suelo? Tururú pajarito. Un barrio moderno tiene:
a) gastrobares
b) bistrós
c) enotecas
d) tavernas (sí, con 'v', claro)
e) Todas las respuestas son correctas
(Quizá veas una casa de comidas. No entres: si realmente es un negocio de hostelería, será caro. Aparte, siempre cabe la posibilidad de que sea un club de alterne con un nombre popular, directo y juguetón).

Las gentes de los barrios modernos se alimentan de exposiciones y lecturas de Murakami. Por eso, los comercios en los barrios modernos se reparten de la siguiente manera:
a) Mercados y kioskos de pipas
b) Mercerías y ferreterías
c) Tiendas de ropa, gastrobares y librerías
(no se incluyen las salas de exposiciones ni las galerías de arte: ¿alguien ha visto alguna vez a alguien comprando algo en esos sitios?)

Resultados. ¿De verdad los necesitas? Te has contestado tú mismo: eres una persona cero moderna.





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 15 de julio de 2011

Cosas del otro mundo

Queridas queridísimas y queridos queridísimos

Abrir todo el pecho
pa' echar este grito
¡qué lindo es Jalisco,
palabra de honor!

La policía mexicana es un dechado de virtudes. Lo que pasa es que hay que saber potenciar las cualidades de cada persona. Por ejemplo, ¿te acuerdas de ese marco de plata tan bonito que te regalaron en tu boda para el que no acabas de encontrar el sitio? Ellos te solucionan el problema en un segundo.
El Sergio ha estado por aquí esta semana. El Sergio, que no tenéis que saberlo todo, es un amigo de cuando el mundo empezaba y terminaba en Jaén. Ahora vive en el DF el tío, chana inglés que te pasas y es capaz de distinguir un burrito de un taco igual que tú distingues la pala de pescado del cuchillo de la mantequilla. Llevaba un año sin verlo y vino lleno de anécdotas.
Un día, cuenta, le había estado dando al frasco más de lo debido. Los amigos le advirtieron: "Si te paran los guripas, diles que has bebido". El Sergio se quedó ojiplático, pero igual agarró el carro y se lanzó a las calles. No hubo encuentro ese día y ahí quedó la cosa. Un tiempo después le dieron el alto. "¿Ha bebido?". "Sí". "Está bien, siga". Cuando su señora cerró la boca, ya habían llegado a casa.
Al poco le ocurrió de nuevo. Venía de un buffet libre de tequila:
- ¿Ha bebido?
- Sí.
- ¿Hace cuánto?
- Dos horas.
¿Te acuerdas de cuando tu madre te ordenaba que le dieras un beso de buenas noches al llegar a casa el fin de semana? El polizonte lo mira, lo remira y, sagaz, le suelta: "Écheme el aliento". Los viejos métodos son infalibles.
Bien, pues igual que tu madre te decía "yahablaremosmañana", le dejaron seguir. Lo mismo la siguiente sanción es pedirte que te pongas calzoncillos limpios por si tienes que ir al médico.
La pregunta que tengo ahora es: si vas como un piojo, les dices que has soplado, te huele el aliento a alcohol y te dejan continuar, ¿en qué condiciones te detienen? ¿Si no te huele el aliento? ¿Por mentiroso?





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 8 de julio de 2011

Aquello sí que eran fiestas

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Los amantes y la luna
son en todo semejantes
entran en cuarto creciente
salen en cuarto menguante (*)

Ya no se hacen fiestas como las de antes. En mis tiempos mozos, todo era alegría y desenfreno. Tal día como hoy se celebraban las nonas de julio, también llamadas Caprotinas. Aquello era un despiporre. Si te deja resaca el rebujito tenías que haber probado el hidromiel que nos soplábamos: te ponía del revés. Por entonces aún era de buen tono pedir las cosas en latín y respetar las tradiciones, a nuestros mayores y la ortografía. No s k os enseñan ahora ;) bss.
Los galos andaban de aquellas acosando a los romanos (al parecer, que las únicas referencias que constan en mis archivos es un conjunto de volúmenes de los tratadistas Goscinny y Uderzo). En esto que entraron en una ciudad y empezaron a darle cera a los del Imperio: "O nos traéis a todas las mozas, sean doncellas o casadas, o no dejamos piedra sobre piedra de aquí hasta Bari".
Los romanos se mesaban los cabellos hasta que una esclava avispada dijo: "Tate, que esto lo arreglo yo". Pidió unas cuantas arrobas de vino, se juntó con las otras cautivas, se vistieron como señoras y se fueron para la plaza. Unos cuantos “aló, mon amour” después, los textos dicen que los gabachos se emborracharon y se durmieron, pero algo más ya harían. El caso es que, dormidicos como estaban, aparecieron los romanos y los pasaron a cuchillo.
En justo pago, liberaron a las mujeres y, en su honor, sacrificaron un cabrito debajo de una higuera y decretaron una fiesta anual, que es una manera como otra cualquiera de conmemorar un degüello.

Moraleja:
Si en una plaza una noche
te convidan a vino y roce,
disfrútalo y no te excedas
que perderás la cabeza



Para mi compi A., por unos vídeos que me ha mandado para el Facebook. Lo prometido es deuda:



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 1 de julio de 2011

Una preposición deshonesta

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Soy de Santurce,
bonita aldea,
soy del pueblo que gana
en las regatas con las traineras.

Cuando me desperté, Javier Marías estaba ahí. No me refiero a que fuera consciente de las grandes molestias de la vida. Qué decirte: el trinar de los pajarillos por la mañana, el olor del café recién hecho o el comienzo del fin de semana. Tampoco a que mis frases se demoraran, se tornaran prosa y, arrastrándose en pantuflas y rondando la docena de líneas, suplicaran que la acción avanzara como un segundero alocado que diera dos pasos durante las cien primeras páginas.
Otrosí, confieso: no amanecí entre sus brazos. La María se lo tomaría a mal, aunque fuera el mismísimo David Bowie el que hallárase en el lecho. Se pone muy Bianca Jagger con esas cosas.
Javier Marías, aparte de un gran gruñidor, es un excelente traductor, según él mismo da a entender. Algunas columnas las dedica, entre quejas por el aumento exponencial del ruido y la mala educación en un radio de 500 metros alrededor de su casa, al pésimo nivel de la traducción en España. Habrá que arrojar, por tanto, algo de luz en este área.
Las preposiciones inglesas son una cruz. A cambio, te permiten criticar a las amistades, que siempre es un plus. Tomemos como ejemplo a La Dirección. Jamás ha llegado puntual a ningún sitio ("on time", que se diría), pero es el típico zagal que llega una hora y media tarde al aeropuerto y resulta que han retrasado el avión ("in time": a tiempo para).
El tito Andrés fue capaz de leerse entera la trilogía "Tu rostro mañana", de Marías. 1600 páginas. No sólo eso, además la disfrutó. El tito Andrés también se ha leído el Ulises. Es un intelectual, el tito. Es muchas más cosas, pero hoy en día te googlean hasta para comprar el pan y no quiero arruinarle su carrera profesional. Tampoco quiero que le prohíban la entrada a Oxford (no a la Universidad, sino a la propia ciudad: él sabe por qué).
Ayer fue su cumpleaños. Al filo de la medianoche allí, en Londres, le llamé. No cogió el teléfono. ¡Fatalidad! ¡Voto a tal! ¡Sacrebleu! Ahora me asalta una duda: ¿se puede llegar "on time" y, sin embargo, no llegar "in time"? ¡Feliz cumpleaños, tito!





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 24 de junio de 2011

¡Al fuego, al fuego!

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Esta noche no alumbra
la farola del mar,
esta noche no alumbra
porque no tiene gas.

Torquemada no necesita presentación. Veía un chisquero y le hacían los ojos chiribitas. Donde los demás veían un útil para darle yesca a un cigarro el apreciaba todo un mundo de posibilidades. Eran aquellos tiempos muy locos donde, por un quítame allá esas pajas, te convertían en tea ardiente. Le decías un requiebro a la señora del alcalde o le echabas un ojo a un libro de Paulo Coelho e ibas derechito a la pira. El fuego purificador y esas cosas, tú sabes.
El mecanismo de la noche de San Juan es parecido. Apuntas lo que quieres que desaparezca de tu vida, lo echas a la hoguera, la saltas y pelillos a la mar. La efectividad es similar a la que consiguió la Inquisición para eliminar los requiebros y los libros de Paulo Coelho, pero eso es otro cantar.
Desde hace años, en Madrid se montan unas fogatas la mar de entretenidas en el Parque de la Cornisa. Ayer pintaba mal la historia. La celebración se había prohibido y un grupo de policías se dedicaba a informar de la situación. Entonces un grupo se iluminó: "si no hay candela, que haya ritual maya".
Los mozos y mozas trazaron en el suelo, con unos hierbajos, una cruz de unos diez metros de longitud con un círculo en su centro y la adornaron con velas. Entonces salió un paisano talludito, que sus buenos 30 o 40 años ya tendría, con un penacho de plumas en la cabeza, una camiseta amarilla y un micrófono con un ampli. ¡Cuánto daño no habrá hecho la fusión cultural!
Total, que Manu Chao comienza a contar una serie de historias sobre el cosmos que ni Carl Sagan. Os las repetiría, pero no me enteré de la misa la media. La María, que estaba a mi lado, andaba también algo desorientada, la pobre. En la misma frase escuché las palabras sol, plasma, corazón, comunicación y energía libre. Era un señor de esos que habla sin puntos. Para no haber hogueras, nos estaban dando bien la brasa, pero allí seguimos, impertérritos como un Don Tancredo. Pues agárrate que vienen curvas.
Unas rapazas vestidas con túnicas blancas se ponen a dar vueltas alrededor de la cruz con unas antorchas y, de no sé muy bien dónde, sale una con una espada de un metro. Palabrita del niño Jesús que, en ese preciso instante, el del penacho en la testuz agarra el micrófono y se pone a preguntar por una zagala de nueve años. Los mayas ahora tienen muy buena fama, pero en sus celebraciones no te creas que cuando pedían criaturas jóvenes era para que comulgaran. "Leñe, no serán capaces", me decía.
En esto, un grupete aprovechó el momento para arrimarle un mechero a unos maderos y papeles que se habían juntado por arte de birlibirloque a unos cuantos metros. De a poquitos, fueron surgiendo más y más por todo el parque. Chacho, no sé tú, pero yo veo un fuego y me olvido del mundo. ¡Qué noche! De la niña no volvimos a tener noticia, ¿tú has oído algo?



Lo pasemos genial en nuestra boda. Estamos más que agradecidos a todos, los que vinisteis y los que no pudisteis acercaros. Nos encantaron los regalos pero, por encima de cualquier cosa, disfrutamos como gorrinos teniéndoos por ahí y viéndoos reír, beber y bailar. No me alcanza para contaros lo feliz que fui ni lo agradecidos que estamos, así que he encontrado un vídeo por el youtube donde una pareja de jóvenes lo cuenta por nosotros. Mil gracias y montones de besos.



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!
 
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