viernes, 31 de diciembre de 2010

Una receta milagrosa

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Una mentira nunca se estira,
una verdad da mucho que hablar.
En la vida hay que saber,
qué hay que hacer para encontrar
la felicidad ("Aquel ritmillo")

Este año no te quejarás, te lo digo desde ya. He estado pensando qué puedo hacer por ti y en mi mente, ahora, hay un gran "¡eureka!" rebotando por las paredes, que para eso tengo un cerebro diáfano. Te traigo la receta para los milagros.
En tu inocencia pensarías que un milagro es algo complicado de hacer. No te voy a engañar, necesitas un poco de fuerza de voluntad, pero difícil, ni mijita. Vamos allá. A ver, ¿tú piensas que Uma Thurman nació bella y afortunada? Nanai. La chica, de pequeña, era un cruce entre Susan Boyle y Fox Terrier. La pobre lloraba y lloraba. Eso sí, entonando. ¿Crees que se quedó en casa, sentada en su sofa de eskai, lamentándose por su destino? Ni hablar de eso. Lo que hizo fue dormir ocho horas diarias y beber mucha agua. Mírala ahora.
En el otro extremo está Keith Richards. El niño Richards era de los que ponen los fotógrafos en el escaparate vestidos de marineritos. ¿Qué hizo? Dilapidar su belleza. Venga a dormir menos de ocho horas, sin cortarse. ¿Y el agua? "Que no tengo sed". "Keith que te vas a ajar". "Te digo que no". Mira qué cutis. Si es que se le ve la deshidratación.
Hoy es Nochevieja y este secreto, claro, se te va a olvidar. Mañana puedes estar radiante o perruno, de ti depende. Luego no empieces con reclamaciones, que no es el garrafón. Eso sí, lo que hagas, hazlo bien. Calcula la intensidad, regula la cadencia y modula el tono. Ahora ya puedes decirlo: guau, guau. ¡Feliz año!



No me resisto a enlazaros la versión para el karaoke de esta noche. ¡A por ellos, tigres!



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 24 de diciembre de 2010

Sueños

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

A esta puerta hemos llegado
cuatrocientos en cuadrilla,
si quieres que nos sentemos
saca cuatrocientas sillas.

El Livorno bajó a la Segunda División italiana, que ellos llaman Serie B, en 1949. Ése fue el mejor lugar en el que estuvo durante los 55 años siguientes. Hasta que llegó Cristiano Lucarelli. Delantero centro nacido en la ciudad, se ha movido casi siempre por la Serie A, la fetén. Casi siempre.
Lucarelli jugaba en el Torino cuando su equipo, el de verdad, regresó a la Serie B después de un paseo por los gloriosos campos de Regional. Lo cuenta Enric González. "El año que viene quiero estar ahí", le dijo a su representante, que debió pensar "¿dónde, en el psiquiátrico?". Tenía ofertas de media docena de clubes de Primera por mil millones de liras más, que dan para pagar varias habitaciones con asistencia especializada (son 600.000 euros, querido estudiante de la ESO). "Que quiero estar ahí, te digo". El representante silbaba y silbaba, pero al final no le quedo más remedio que echarle cuentas. Pobrecillo. ¿Conoces a muchos jugadores que hayan elegido pasar del Atlético de Madrid al Murcia?
La temporada 2003-2004 le siguieron pocas cámaras de televisión. Los partidos de esta categoría no son precisamente de bellota, ya sabes. Como si importara. Su gol número 25 lo convirtió en leyenda: el Livorno volvía a estar entre los grandes depués de más de medio siglo. A Lucarelli sólo le costó mil millones de liras. Haz cuentas. ¿Cuánto tienes suelto para este año? ¡Felices fiestas!







Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 17 de diciembre de 2010

Asuntos de familia

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Nunca se van del pecho
las esperanzas,
que siempre hay rinconcillos,
niña, donde guardarlas. (Por Morente, visto aquí)

Lo primero que salió de su boca, al nacer, fue "¡A beber, a beber!". Podría haber sido el tito Andrés, pero seguro que él agarró la botella en un santiamén en lugar de perder el tiempo con palabrería. Rabelais (Gabelé, en francés) escribió en Gargantúa y Pantagruel un homenaje a todos los tragones de la historia. El gigantón Pantagruel fue el que soltó esas palabras en lugar de dar la tabarra con llantos. Bravo por él.
Este fin de semana comienza el tour de force, que es como decir proeza si pelas los langostinos con cuchillo y tenedor. Masajéate el estómago como un buey de kobe, ponte una copita, como un pavo al whisky, y reflexiona como ante la carta de un restaurante de alto copete, que tiempo te da. Llegan días sin fin de banquetes. De atracones, empachos y comer con las manos. De no puedo más y de "¿Esa tontería te vas a dejar?". De Madre diciendo "He hecho ensaladilla" después de zamparte medio cordero (Madre es capaz de llegar más lejos que el sheriff Woody).
Música de El Almendro, por favor. Este sábado vuelven a casa los titos Andrés y Endur. Como sabéis, estos dos son como Sara Montiel, que hay quien la quiere, pero da susto. Es que te confías. Siempre llegan como quien no quiere la cosa y parecen casi normales. A la que te descuidas, llevas una cogorza como un piano. ¿Cómo lo hacen? Lo tuyo es porque te pones a beber como un merluzo, sí, pero la cuestión es ¿cómo hacen para que no te des cuenta? Os voy a desvelar sus malas artes.
El tito Andrés empieza a un ritmo de ser humano. Ahí es donde genera confianza. Tu hablas con él con tal serenidad que hasta se te pasa por la cabeza preguntarle por los hijos que no tiene. Tu vaso, mientras, se va llenando cada vez más rápido y tú ni siquiera ves la botella, porque te la hurta a la mirada, el miserable. Estás cayendo en en el pozo.  ¡Qué poco te queda!
En honor a la verdad, el tito es como un bribón repartiendo un botín, y por cada una que te pone, se sirve dos. Ése, ése es el truco. Tú ves perfectamente que se está alicatando hasta las cejas y, craso error, empiezas a valorar tu nivel de ebriedad por comparación. "¡Cómo va éste!", piensas. ¡FAIL! No te preguntes qué puede hacer el alcohol en él, pregúntate qué es lo que está haciendo el alcohol en ti. ¿Te jugarías los cuartos al billar contra el Paul Newman de "El buscavidas"? Pues "estragos" es la palabra que tienes en la punta de la lengua.
¿Y la Endur, qué? Pues, entre lingotazo y lingotazo le va poniendo caras, pero todo es un montaje. Ella va también fina filipina y, para no fijarse mucho, sigue dándole al frasco. Al final, la María y yo siempre terminamos subiéndolos en un taxi. A la que se descuidan, le decimos al taxista que los lleve a algún lugar muy lejano. Les damos besos y eso, pero respiramos aliviados al verlos partir. Con el tiempo, volvemos a echarlos de menos. Ya sabéis como son las cosas de familia. ¡Bienvenidos!

(La Dirección, otra vez, demostrando por qué es quien manda. Mil gracias):



Fidel toca esta noche toca en "La boca del lobo", en la calle Echegaray de Madrid, por ocho pavetes. Es todo un plan si os apetece un poco de esto:


Buscar más artistas como el hombre delgado en Myspace Music

Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 10 de diciembre de 2010

Superhéroes

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Eres más chica que un huevo
y ya te quieres casar,
anda, ve y dile a tu madre
que te enseñe a trabajar.  (De la abuela de La Dirección)

La María me planteó ayer un dilema filosófico. A veces viene del trabajo y te dice unas cosas que tú piensas "pobre chica, qué le harán allí". El caso es que me dijo: "Si pudieras tener un superpoder, cuál preferirías: ¿ser invisible o poder aparcar siempre?".
De pequeño siempre quise ser invisible, pero ayer empecé a dudar. Que no te vean tiene su miga, pero ¿qué es lo que ibas a hacer? Cotillear unas cuantas conversaciones y espiar unas pocas alcobas. A lo mejor tú eres más imaginativo, pero a mí se me ocurre poco más. Recuerda que eres incorpóreo y no te puedes llevar nada, mangarrián.
Reflexiona. ¿Crees que es tu encanto lo que te hace especial?, ¿tu físico?, ¿tu cultura?, ¿tu sentido del humor? Prueba a ir al centro con tu chati o chato contándole chistes mientras encuentras aparcamiento. A ver si te llega el repertorio.
Ahora cambia el escenario. Sueña que te plantas en los alrededores de Sol, en Madrid, o de la plaza de las Palmeras, en Jaén, y aparcas a la primera. Verás la sorpresa en sus ojos. Cambia de sitio y vuelve a coger el coche. Allí, esperándote, otro hueco. Repite la jugada, esta vez en la puerta de su casa. No necesitarás más. Esa mirada es puro deseo. Ha nacido un mito.





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

viernes, 3 de diciembre de 2010

Cultura de la buena

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

En la huerta de Murcia
como hay moreras,
se crían las muchachas
muy sandungueras.

El 68 ha hecho mucho daño. Todo lo contrario que su sucesor, pero hoy no me voy a poner rijoso. Aquellos barbudos y aquellas peludas se pasaban el día pensando eslóganes que hoy quedan de lo más decorativo. "Debajo de los adoquines está la playa", decían y cosas así. Angelitos, ni sabrían lo que era una recalificación.
Barcelona era lo más por aquel entonces. Cuando por la meseta aún se llevaban antiparras, por esas tierras ya lucían gafas de pasta y las operaciones se hacían para ponerse dioptrías.
En aquel contexto apareció la "Gauche Divine", un grupo de estupendos en un sitio estupendo. Se dedicaban a hacer fiestas y, en sus ratos de ocio, a realizar producciones culturales diversas. Terenci Moix, Ricardo Bofill (el papá de él) y Vicente Aranda estaban por ahí, entre otras gentes. Imagínate al resto. Francia, claro, era lo más. De ahí el nombre, "izquierda divina", si os fiáis de mi inexistente francés.
Cuarenta años después, los tiempos han cambiado, pero Francia permanece. La Dirección ha establecido una reunión en la cumbre para modernizar este blog. "¿Qué mejor sitio que Burdeos?", propuso. ¿Tú dirías que no? Pues eso, allá que nos vamos con la seña Chío y la seña María. Eso sí, ni izquierda, ni divina, ni gaitas. Nosotros vamos derechos y al vino.





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
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