viernes, 5 de diciembre de 2008

Puente

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Yo sabría esperar,
porque el tiempo no me importa,
si construyeran un puente
desde Valencia hasta Mallorca.

Puen-te. Luz de mi vida. Fuego de mis entrañas. Los labios se aprietan antes de pronunciar tu nombre. Y se abren suaves para dejar que la lengua roce apenas el paladar. Y el día se llena de sentido. Repitan conmigo: puen-te. Tres días tres. Un fin de semana de luz y color. Para comer, beber, bailar y festejar.
El del 25 de abril, el del Alamillo, el Golden Gate, el de la bahía de Hangzou, el de Brooklin, el de los franceses y todos los que en el mundo son y han sido palidecen ante la belleza y la armonía de tres días bien plantados. Ya quisiera Calatrava apuntalar así. ¡Bailad, criaturitas, bailad!
Hoy, sesión triple. Primero, una delicatesen que ha mandado el Luisete. Una remezcla del gordito que más mola en la gramola:



Ahora, otra versión. Qué queréis que os diga:



Y, no podía ser de otra manera, con ustedes:



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Me apunto al puente!!! ¡Otro temazo rescatado de los anales del olvido!!! Y después del puente... advierto: La Dirección regresa a Madrid, reseteado y dispuesto a todo.

No te he dicho ná y te lo digo tó...

La Dirección

Er Alberto dijo...

Pues aquí se le espera, con el informe del trabajo hecho y de todo lo que queda por hacer.

 
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