Nunca pasa nada

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Más quisiera morena
dormir contigo
que tener la panera
llena de trigo

Mi amiga la Pili dice que, pase lo que pase, nunca pasa nada. Si, en vez de ella, lo suelta Tagore o algún fabricante de proverbios chinos revienta el mercado de las tazas de regalo y de carpetas para la ESO. Pero lo ha dicho la Pili, que sabe más que Confucio y los ratones coloraos juntos, y entonces queda así inter nos. Eso que nos llevamos.
Los Burning dicen que los domingos los hicieron para bailar, aunque no se quieren casar. La María, que sí se quiere casar, me saca a bailar los viernes. A bailar o a tomar cañas, tú ya me entiendes. Y entre caña y caña van pasando cosas y te das cuenta de que, pase lo que pase, nunca pasa nada. A veces no está mal recordarlo, ¿no crees? Estas coplillas son para vosotras dos, por espabilás:





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!

P.P.D.: La ruta del pepinillo es un blog que se ha montado el David con fotos de los mejores bares de Barcelona. Si os hace una caña en un ambiente selecto, no lo dudéis: estos son vuestros bares y el David es vuestra compañía. A ver si se anima y hace también uno de Madrid. Él fue el que me dijo: “mira, esto es la noche madrileña”. Una frase. Ése es su corpus teórico. Le va más la fórmula de ensayo-error. Por eso su blog no tiene palabras. Ni falta que le hace. Sin ti, David, yo no sería más que un gris funcionario. O un aburrido opositor a notarías o quizá un gran periodista. Quién sabe si un ilustre antropólogo. A lo mejor hasta un doctor. Pero tú me enseñaste el Camacho y sus vermúses, el Escalada y su oreja, el Maño antiguo y el Maño nuevo, el Boñar de León, las Bodegas Lo Máximo, el Moreno, gensanta, el Moreno… Gracias, gracias, gracias. Ocho años después, sé que ha merecido la pena.

P.P.P.D.: ¡Más besos, leñe!