viernes, 3 de septiembre de 2010

Clásicos golfos

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

El cura de Robledillo
tiene la sotana rota
de brincar por los zarzales
corriendo tras de la mozas (*)

Los que vivís en Cataluña lo sabréis ya. Esto va para el resto, que no leéis prensa internacional: Vivaldi se lo montaba con una cantante y con su hermana. Hermana de la tenor, se entiende, que tampoco hay que pasarse. Hoy en día, con la vida disoluta que llevan los rockeros, eso lo habrá hecho hasta José Luis Perales, pero es que el italiano, además, era cura. Claro que, hoy en día, con la vida disoluta que... bueno, nada.
¿Os acordáis de Fernando Argenta? Casi a diario, ¿verdad? Resulta que ese señor dirigió durante la tira de años en RNE "Clásicos populares", un programa de música de ésa que se lee con un traje puesto. Pues, lo que es la gente que sabe, se ha escrito un libro, "Los clásicos también pecan", con las pequeñas fechorías de las celebridades.
Listz, por ejemplo, tampoco tenía empacho en arremangarse los hábitos ante las mozas entre composición y composición, mientras que Wagner aprovechaba el menor descuido de los amigos para amartelarse con sus señoras. Tchaikowsky, que lo pasó peor porque el zar no simpatizaba con eso de juntarse con hombres, terminó mantenido por una viuda rica. ¿Has oído lo de Beethoven y Brahms?
Beethoven y Brahms no coincidieron en época pero sí en gustos. Éste porque se ganó sus buenos cuartos tocando en burdeles y aquél porque se los gastó en los mismos locales multidisciplinares. ¿Sigo? Mejor hazlo tú.
De todo esto, y algo más, me he enterado por una entrevista en "La Vanguardia" que ha recogido este señor. No sé tú, pero yo voy a comprarme el libro hoy mismo. No todo va a ser soplar.





P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: Ale y Mónica, ¡enhorabuena por vuestro retoño!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

2 comentarios:

La Dirección dijo...

Es curioso. Estoy escribiendo una cosita en la que aparece la 5ª sinfonía del señor Ludwig, escuchándola de hecho, y resulta que a usted le da por poner sinfonías...

Lo que pica la curiosidad, sabiendo ahora cómo se lo "montaban", es saber en qué se inspiraban para hacer unas melodías tan "marchosas"...

Vamos, que Errol Flynn era un copión...

Un abrazo!

Er Alberto dijo...

Para mí que éstos cuando les venía la musa la metían en el catre.
En cuanto a lo del Errol, ya sabe usted con qué tenía fama de tocar el piano, ¿no?

Otro abrazo.

 
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