viernes, 28 de enero de 2011

Toma de decisiones

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

A ti te digo, Juan Pillo,
que menees esas patas,
que "paice" que te has criao
entre nabos y patatas. (*)

Las clases de Filosofía tendrían que darse en Ikea. En mis tiempos mozos hubiera sido difícil, porque no existía, pero los zagales de ahora lo tienen todo: playstation, móviles, lactobacillus y trastornos por déficit de atención.
Cuando yo era un infante, en verdad, ni siquiera existía la Filosofía. Quedaba con Anaximandro y Tales de Mileto a echar unas risas y ponernos finos de tintorro. Perdíamos la noción del tiempo. Además, como los años corrían patrás, a más bebíamos, más jóvenes nos sentíamos. Eso es, exactamente igual que ahora. Hasta que llegaba Pitágoras, el aguafiestas.
"No bebáis vino", decía, "que es pernicioso". Y jugábamos a repetir la palabra: "Prenicioso", decía el uno. "No, no, espera, espera, trae la frasca: pencinioso", decía el otro. "Quita, quita, acércame el porrón que voy: pegdnidioso", decía el tercero. Y luego, a una: "Predioso, eso es, el vino es predioso". Y celébrabamos tan bello pensamiento con otra copita de morapio. Pitágoras seguía con la matraca.
"No te dejes llevar por una risa incontenible", sentenciaba y añadía "ni comas habas". Aquí ya nos retorcíamos por el suelo. "¿Problemas con tus compañeros de piso, Piti?". "¿Otra vez te han dado un concierto de viento?". Palabrita del niño Hermes que quería prohibir esas cosas. Con razón le dio por las Matemáticas (no tengo nada en contra de ellas, que conste, que algunos de mis mejores amigos son números escritos en billetes)
La María y yo fuimos ayer a comprar unas estanterías a Ikea, que por ahí venía todo. ¿Te acuerdas? Tenemos unas figuritas de Lladró en una caja y no nos lucen nada, así que decidimos darle un toque de clase a la casa. Como la elegancia bien entendida empieza por uno mismo, me puse el abrigo sobre el chándal y salí dispuesto a enfrentarme al coloso.
"Ya que estamos aquí", oí a la moza, y se apoderó de mí el terror. Esas palabras sobre la mesa de un quirófano asustan menos. Láudano, más láudano, por favor. ¿Cuánto puede tardar una persona en escoger una lamparita de noche?
No respondas, que ya te lo digo yo. La décima parte que dos personas uniendo sus inteligencias. Si trabajara en selección de personal formando equipos, haría el proceso en estos almacenes para buscar puntos de encuentro: encontrar un departamento - encontrar a un dependiente - encontrar un gusto en común - encontrar la salida - encontrar que no te cabe en el coche.
Tenemos el piso lleno de cajas planas, así que este fin de semana toca diversión a raudales. ¿Podrán unas cuantas tablas romper la armonía familiar? ¿Se revivirán viejas rencillas? ¿Se cuestionarán en voz alta las habilidades manuales de la pareja? ¿Se pronunciará la frase: "Anda, déjame a mí" o su variante: "Pues haberlo hecho hecho tú"? No me contestes, por favor, que ya me sé la respuesta.



Ahora, querida geminis, querido tauro, una canción para ti, que has sufrido tanto por amor. ¡Aaaay!, con lo a gustico que estás ahora:



Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: Feliz cumpleaños, Cris. Nos vemos en un rato.
P.P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

2 comentarios:

magolinha! dijo...

ke gueno ese tema de Los Enemigos!!!...No me conocía tal versión!...Gracias majo

La Dirección dijo...

Sí Señor, con una buena selección musical, el Sr. Ikea se lleva mejor.

Suerte!!

 
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