viernes, 4 de noviembre de 2011

Sin fuste

Queridas queridisimas y queridos queridísmos,

Con mujer de mala fama
no se debe andar de noche,
por eso es aconsejable
no andar y llevarla en coche. (*)

Uno es presa de sus contradicciones. Toda una vida de lucha y entrega para acabar cayendo como un mendrugo en la primera tentación. Era miércoles, llovía en la capital y volvía de un fin de semana largo e intenso en Granada. Me acerqué a la barra, miré al camarero como sólo sabemos hacer los que hemos visto todas las películas de Clint Eastwood y le espeté: "Una sin". Tanto ver Harry el Sucio y, a la hora de la verdad, lo que te deja poso son Los puentes de Madison.

Un tropezón lo tiene cualquiera, me dije justo antes de pedirme otra. Por alguna razón quería darle una oportunidad a lo nuestro. El botellín lucía como si fuera la propia Meryl Streep:
- No quiero necesitarte.
- ¿Por qué?
- ¿Por qué? Porque no puedo beberte
¿Sabías que los chinos tienen la misma palabra para "sin" y para "esto no hay quien se lo trague"? La María, en cambio, tiene dos para nombrar ese bebedizo: "sin fuste" y "sin gracia". Preso de despecho, arrojé la bebida contra la triste imagen que me devolvía el espejo del bar. "Póngame un vino blanco, a ver si se me quita este sabor". Dos me tuve que tomar. Mano de santo.

Me acordé de un cura de de Jaén que en sus clases de Religión dicen que decía cosas como: "El pecado es como la 'sin', que al principio no te gusta, pero si la pruebas te acaba gustando". En realidad, la comparación era mucho más escatológica. Sólo tienes que sustituir la palabra 'sin' por otra y te saldrá la frase exacta. Seguro que puedes hacerlo. Empieza por "m". No me gustaría que me invitará a comer ese señor, la verdad.

El caso es que la teoría hace aguas. He probado la 'sin'. No me gusta. La he vuelto a probar: sigo sin poder con ella. Pecar ya es harina de otro costal y hay pecados hay que saben a gloria bendita.Como las cañas y como las malas compañías. Qué te voy a contar que no sepas. ¿Te hace una cervecita?





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: La Dirección llamó el viernes pasado. Dice que la canción de la Mari Carmen del otro día no es de La Pegatina, sino de unos notas de Huelva. Estuvo hablando con La María, que fue la que cogió el teléfono y le contó un árbol genealógico plagado de apodos que ahora mismo me siento incapaz de descifrar. Si alguien tiene información al respecto, será bienvenida.
P.P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

2 comentarios:

La Dirección dijo...

No, no, de Huelva, no, de Algeciras. La canción de Maricarmen es de El Pájaro y su hermano, el Pajarico, o algo así. El Pájaro, para quien no lo sepa, fue el guitarrista de Silvio Sacramento, y desde aquellos tiempos ha corrido por muchos grupos. En fin, seguiremos investigando...

Er Alberto dijo...

Es usted un pozo de sabiduría, lo que sabe de pajarracos. Mil gracias por la aportación.

 
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