viernes, 7 de diciembre de 2012

Sanadores

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

A La Mancha manchega, que hay mucho vino,
mucho pan, mucho aceite, mucho tocino,
y si vas a La Mancha no te alborotes,
porque vas a la tierra de Don Quijote.

Viktor Frankl se inventó una terapia. El zagal decidió que la curación a través de la palabra no solo era posible, sino fetén. El objetivo del hombre, decía, era encontrarle sentido a la vida. Lo mismo que explicaron, y con más gracia, los Monthy Python. También es verdad que lo hicieron más tarde y no se habían pasado cuatro añitos en un campo de concentración. No es que sea excusa, por supuesto, pero algo de sentido del humor ya te debe quitar la experiencia.

Años antes, Freud ya había desarrollado la teoría del psiconálisis y la historia esa de que al ser humano le mueve la pulsión de sexo y la de muerte. La segunda no la tengo muy clara, pero para comprender la primera, con el corazón en la mano, tampoco parece que hubiera que quemarse las pestañas en la facultad de Medicina. Mi abuelo, que no tenía estudios, era bien capaz de desarrollarla cuando salía Sarita Montiel por la tele. Y sin darse tanto pisto.

Los tratamientos, en estos casos, siempre tienen que ver con dar la brasa. Tú empiezas a largar y, poco a poco, se supone, vas encontrando tu ser, tu inconsciente o lo que corresponda. Supongo que no está mal si tienes suficiente pasta y tiempo. Si andas con cierto apuro de la una o del otro, va a ser mejor que te decantes por la tercera vía.

La tercera vía es lo que se conoce como "la teoría del desahogo" y tiene a su máxima representante en Paquita la Punki. Paquita la Punki (no es su verdadero nombre) se casó, o la casaron, con un tipo de 42 años. Ella tenía 15. Al poco tiempo, para completar el cuadro, se enteró que su marido tenía una familia completita en otro pueblo. Subidón, tú.

Paquita, te imaginarás, no tenía muchas perras para pagarse un tratamiento, así que tiró p'alante. Hasta que descubrió que lo suyo era cantar. Y aprovechó, es un suponer, para arreglar algunas cuentas pendientes. ¡Gensanta del amor hermoso!

Lo que viene a continuación puede herir tu sensibilidad. Eso sí, te aseguro que es mano de santo para esos días en que te topas con un cantamañanas. Aquí va el remedio más rápido y efectivo para curarse dolencias, afliciones y otras malas hierbas. Viva el cante, viva el baile y viva el zampe. Querida, querido, la única, la insuperable, la desaforada Paquita la del Barrio:



Si eres de esa gente que no escucha las coplillas, o que las mira desde un aifon o algo así, como el tito Andrés, y no puedes ver el vídeo, aquí tienes un adelanto de la letra para ir abriendo boca:

Rata inmunda
animal rastrero
escoria de la vida
adefesio mal hecho

Infrahumano
espectro del infierno
maldita sabandija
cuanto daño me has hecho

Alimaña
culebra ponzoñosa
deshecho de la vida
te odio y te desprecio

Rata de dos patas
te estoy hablando a ti
porque un bicho rastrero
aun siendo el mas maldito
comparado contigo
se queda muy chiquito

Por cierto, si aún necesitas una sesión extra de terapia, aquí la tienes:



P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: La Dirección se había mandado un temazo. Pandeiro Rock se llamaba e iba a entrar directamente en la lista de éxitos del blog. Cómo sería de bueno que Youtube lo ha quitado por infringir no sé qué términos de uso. Sí, era así de bueno. Ya lo siento. En cualquier caso, mil gracias.
P.P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

3 comentarios:

La Dirección dijo...

Pues sí que es una lástima, sí. Pero ha explicado usted la mar de bien los diversos sentidos de la música.

Unknown dijo...

Amo a Paquitaaaaa..."¿me estás oyendo, inútil?"

Er Alberto dijo...

Sí, La Dirección, bien que me ha dolido. A ver si lo localizamos en un sitio donde no se la cojan con papel de fumar.

Unknown, espero que no me esté dedicando la frase de la Paquita. ¡Qué mujer!

 
Personal Blogs - Blog Rankings