viernes, 12 de septiembre de 2008

Alto standing

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Ole, ole, morenita
Ole, ole, resalada
Que tienes la sal del mundo
Y no te meneas nada

Lali y Mavi están en la ciudad. La ciudad es Madrid. Lali y Mavi son dos amigas. Por separado son graciosas. Juntas son un peligro. Ayer aterrizaron por aquí. Para un simposium (ellas lo dicen así, en latín, que es la lengua que hablan en la intimidad). De diseño gráfico. Empezaba hoy a las nueve de la mañana. A las tres de la madrugada, cuando nos despedimos de ellas, Lali andaba despertando vecinos. Estaba feliz. Quería que supieran que se iba tomar la última. Antes ya había confraternizado con un par de camareros que le miraron con cara de “sí, bonita, ahora mismo voy, cuando termine de lavar el jabalí que tengo en el fregadero”. La mejor cara, sin duda, la de Santos, del Palentino.
¿Quién es Santos y qué es el Palentino? Santos es el camarero del Palentino… Ésa es la explicación corta. Ahora, la larga: Santos es una mezcla afortunada entre la belleza del Fari y la cortesía de Charles Manson. El Palentino es un bar al que a vuestro abuelo, el borracho, le hubiera dado vergüenza llevaros a hacer pis cuando teníais dos años.
Pues bien, allí fuimos. Para unas cañas cualquier sitio sirve. Y os aseguro que no es Cualquier Sitio. Ahí nos tenéis a la Mavi, la Lali, el Andrés, la Endur, la María y a mí. Confiados y seguros. ¡Qué bien se está cuando se está bien!, que decía Paco Rabal en “Pajarico”. Y, de pronto, palabrita del niño Jesús, oigo esto: “Aforo completo”.
Los extremos se tocan. Si voy al Ministry of Sound y me dicen en la puerta: “¡Hombre, majete, tú por aquí! Pasa, pasa, que ya teníamos ganas de que vinieras para descorchar una botellita de Dom Perignon, que esto sin ti no es lo mismo” se me queda la misma cara.
No todo está perdido. Hay una ventana a la calle justo detrás de la barra. Es el momento. Ahí va Lali. Quiere un sándwich completo. “¡Santos!, ¡Santos!, ¡Santos!”. Hasta que Santos mira. Y pone dos cajas de cerveza vacías tapando el hueco por el que hablaba Lali. No es suficiente: “No me llamo Santos”. Y se rasca la barba con una cerilla y prende un trujas.
Y ya está bien de chascarrillos, que aquí se viene a bailar. Vamonoooooooooooooos:



Bien, a estas alturas, creo que estáis preparados para esto. El principio no está mal, pero el final… ¡Qué final! Con todos ustedes:



Hay que arriesgarse a perder visitas, ¿no?

Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: Hoy es el cumple de la Pili. ¡Muchas felicidades, guapetona!
P.P.P.D.: El Villas ha mandao una canción de reggaeton (o reguetón). Lo que hay que ver. Y oir. ¿La pongo?
P.P.P.P.D.: Más besos, leñe.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Kiyo, ya te vale!! Llegar al keli y ponerte a redactar el 'post'. Estás enganchatti al fervor de las masas bloqueras... También es señal del pedal que llevabas... Totalmente de acuerdo con lo patético del palentino. Lo mejor, la mavi y la lali de cantes arraigaos en el hombre modelno, donde a partir de las casi 3, las cañas te las pones tú, je!
Besos a todos,
Andrés

Er Alberto dijo...

Las apariencias engañan y las horas de publicación se cambian. A las tres de la mañana, demasiado tenía con llegar a casa. Y sí, qué bueno es el sistema self service del Hombre Moerno. Así da gusto.
Besote.

La Mavi dijo...

Nada como un buen simposium para liarla entre amigos!!! Que buenas cañas nos tiramos, que buenas risas nos echamos, que bueno de vernos y disfrutarnos. Esto hay que repetirlo en Barcelona. Os esperamos! BESOOOOOS

Er Alberto dijo...

Tomo nota, guapa, tomo nota.

 
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