viernes, 22 de octubre de 2010

Tiempo de silencio

Queridas queridísimas y queridos queridísimos,

Si el querer que puse en ti,
lo hubiera puesto en un guarro,
ahora me comiera yo
bien buenos torreznos magros. (*)

Las reformas escolares han hecho mucho daño. ¿Recordáis la implantación del Quadrivium? El sistema educativo de la Edad Media era un desbarajuste. "Música" querían poner de asignatura. ¿Te lo puedes creer? La gente se echaba a las calles para protestar. "Por una enseñanza de calidad", rezaban las pancartas, "Dialéctica, Retórica y Gramática". El descontento crecía y crecía.
"¿Qué va a ser lo siguiente?", preguntaban escandalizados, "¿Ciencias Naturales?". Hasta pusieron carros de alquiler que llevaban de provincias a Magerit para la manifestación. La comida, a qué negarlo, era floja. Los tupper de vejiga de cordero sí que han mejorado con los años. A pesar de todo, logramos salir adelante.
Por aquel entonces, poco más o menos, un joven psiquiatra andaba dándole los últimos retoques a una novela que habría de revolucionar el panorama de las letras españolas. Hay dos obras en la literarura universal tan buenas, tan buenas, tan buenas, que sólo ha sido capaz de terminarlas el tito Andrés. Una es el "Ulises", de Joyce, la otra es ésta: "Tiempo de silencio".
John Cale, ex miembro de The Velvet Underground, Cage compuso un buen día, pleno de inspiración, "4,33". El título de la canción es el de su duración. Cuatro minutos y 33 segundos grabados de silencio. Con orquesta y todo, no te vayas a pensar.



En Inglaterra han empezado su batalla de Navidad. Al parecer, los dos últimos años ha habido una especie de competición porque los cantantes de "Factor X" no se hagan con el número 1 en ventas. El año pasado lo consiguieron y los que se llevaron el gato al agua fueron "Rage against de machine" con su "Killing in the name". Esta temporada, criaturitas, el reto es que la triunfadora sea "4,33".
Ahí nomás me he puesto a darle vueltas al cacumen. Imagínate que hicieran lo mismo en los restaurantes, vendiendo aromas; o en los supermercados, cobrando las bolsas; o en los aeropuertos, colocando billetes sin plazas. Lo que sería eso, ¿eh? No, no y no, nosotros decimos no. Paremos el Quadrivium.





Besos a tutiplén.

P.D.: ¡Todos somos Blanco Herrera!
P.P.D.: ¡Más besos, leñe!

2 comentarios:

avecestampoco dijo...

¿John Cale...John Cage? ¿Velocidad=Tocino?

Er Alberto dijo...

Joé, vaya patinazo. Voy a tener que dejar el pachulí.

 
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